♌ Templo de Augusto: un tesoro en el Paraíso ♌

📝Querido Barcelonalover, y sí, digo Barcelonalover porque si te encuentras aquí, en barceloneando, esta fabulosa ciudad no puede serte indiferente. En primer lugar bienvenido, en segundo lugar quiero presentarte la historia de hoy, sobre uno de los secretos más fabulosos del casco histórico de Barcelona, no sin antes mencionarte que se liga con mi propia historia. Espero que me disculpes por explayarme y bienvenido al érase una vez el Jardín del Paraíso en el que se ubicaba el espectacular Templo de Augusto, culminando el foro de la Barcino romana. Te recomiendo que si sólo quieres datos y rutas pases directamente a la segunda parte y obvies mi historia. 👆Aunque te advierto que te la vas a perder.

🎆Templo de Augusto, mi paraíso perdido y encontrado

👆No sé qué sintieron exactamente los obreros y arquitectos del s.XIX que remodelaban el edificio medieval de la calle Paradís número 10, actual sede de la Unión Excursionista de Barcelona, cuando encontraron, tres espectaculares columnas romanas formando parte de la estructura del edificio. No obstante, sí sé qué sentí yo cuando me topé con este tesoro sin saber de su existencia.

👶Hace ya muchos años, yo, una niña de 11 primaveras aterrizaba en Barcelona con sus padres de vacaciones. Por aquel entonces no tenía ni idea de que estaba conociendo a aquella que sería mi gran pasión: Barcelona. No obstante, hubo un momento de nuestra excursión por el Gótico, que se quedó totalmente incrustado en mi memoria de manera obsesiva.

🎒Callejenado, pasada la visita a la fabulosa Catedral de Santa Eulalia y su maravilloso claustro, nos perdimos en ese tejemaneje de calles oscuras y piedras del neogótico Barcelonino. Era una mañana calurosa del mes de agosto, cuando mis padres vieron una puerta semiabierta en una callejuela minúscula por la que se accedía a un patio interior. Cómo no, entramos. Ese patio interior me resultó mágico y especial, no obstante, la puerta del interior se encontraba cerrada con una verja, así que nos fuimos.

🎒Para aquellos que duden si el afán husmeador histórico me viene de familia, sólo dejaré caer que soy hija de un profesor universitario de geografía e historia y de lo que podríamos llamar, escritora intimista que se guarda sus hermosas historias con demasiado celo. De todos modos, mi aspiración de la infancia era ser Indiana Jones, y en gran parte, como ves, aún lo sigue siendo. Eso me motiva a diario, una Indiana Jones aventurera que aspira a explorar y expandir la consciencia.

🌌Unos siete años después, una universitaria aterrizaba de nuevo en la ciudad. La imagen obsesiva de ese lugar me llamaba tanto que no tardé mucho en ponerme manos a la obra y salir en su búsqueda. Recorrí cada calle tantas veces, que era capaz de recorrer el barrio sabiendo cada nombre, cada cruce y cada tienda. Fui más consciente de sus tesoros. Encontré embelesada lugares increíbles como Sant Felip Neri, pero sabía que no era el lugar que buscaba. Ese lugar que no encontraba nunca.

🎲En aquellos años las redes e internet no tenían mucha información y tampoco sabía cómo o qué buscar. En realidad se podría decir que la constante búsqueda inconclusa de este templo fue uno de los acontecimientos que más motivó todo mi conocimiento acera de la ciudad. Tras años de recorrerme los barrios de Barcelona, llegué a pensar que el lugar no existía. Que había sido una interpretación de la realidad desde los ojos de una niña. Una niña salida de un pueblo que pisaba aquel lugar mágico: Barcelona.

🔭Sería años después, caminando en una mañana de bastante ansiedad, cuando di un giro sobre mis pasos y me percaté de nuevo de la puerta. Había estado siempre ahí, pero había ido tan deprisa que me lo había perdido. Al observar el lugar desde lejos me emocioné. De mi boca salió un: ¡existes!, que dejó un tanto confuso a mi acompañante. Volvía a sentirme como aquella niña. Sabía que aquel era el lugar, que no había sido un sueño. Me apresuré a entrar, explicando la historia a un chico que en aquel momento no entendía nada. El lugar era especial, no obstante, no tenía ni idea de lo que me esperaba en el interior: El Templo de Augusto. Aquel lugar adquiría una atmósfera más especial, ya no era la catedral, o la Plaça del Rei. Detrás de la verja, ahora abierta, estaban las escaleras de acceso a las ruinas del templo.

🌎De pronto un universo de posibilidades se abría ante mí. Era yo, la niña jugando con sus padres, era yo la adolescente buscando con prisas, era yo, la chica que ante la ansiedad se paraba un momento y descubría el mundo. Su realidad. La realidad de una historia que se encuentra para ser contada, disfrutada y de nuevo vivida y descubierta. Por eso hoy, no podía ser sólo historia, tenía que ser también mi historia. No sé que sintió ese obrero o arquitecto, sí sé qué sintió mi Indiana Jones interior.

🔭El templo de Augusto: Curioseando la historia

👉¿Qué? Imagina encontrar las ruinas del Templo de Augusto en un palacio renacentista. Imagina los restos de un templo erigido a finales del s.I en lo alto del monte Taber, presidiendo el foro de la Barcino romana. Imagina una tres columnas estáticas y una aventurera que viajó por las inmediaciones del barrio hasta encontrar un lugar dónde recogerse. Imagina cómo en un lugar en el que todo cambia vertiginosamente con el paso del tiempo, con aperturas de vías como Via Laietana o reconstrucciones, unas columnas se mimetizan con las paredes de un edificio, permaneciendo ocultas y protegidas como un secreto legendario. Ahora deja de imaginar y descúbrelas. Una rueda de molino en el suelo marca el lugar.👣

📍Durante el s.I, bajo el gobierno de Tiberio, se instaura el culto a Augusto, motivo que parece propiciar la hipótesis que da vida al nombre del templo de Augusto. Es entonces, en lo alto del monte Táber (16,9 m), en pleno Forum de la ciudad, cuando se erige un templo de 11 columnas de las que hoy permanecen 4.

📍Se reconoce la función del templo de Augusto durante 400 años y la notable mención que poseía aún en el s.XI: «El Miraculum». A partir de entonces, sufriría las fragmentaciones ocasionadas por los cambios de la baja edad media. Hasta entonces, se podían ver columnas y capiteles formando parte de la estructura de las casas, pero no se sabía su pertenencia. Las hipótesis apuntaban a acueductos o diversos monumentos. Sería en el s.XIX, cuando se comprendería la procedencia del mismo.

👍Encontrar las columnas del Templo de Augusto, en la calle Paradís, arrojó luz sobre la duda que rondaba desde el s. XV en la población de Barcelona. Tres de las 4 columnas actuales se encontraron en s. XIX en su actual ubicación, intactas, mimetizadas con el resto de la estructura del edificio. Este hito hizo comprender no sólo la historia del lugar, sino la procedencia de la cuarta columna, la columna viajera, ubicada entonces en La Plaça del Rei.

📍La cuarta columna que se encontraba expuesta desde 1879 en la plaça del Rei, fue trasladada al edificio actual en 1956. Esta columna viajera, reconstruida a partir de los restos de dos columnas encontradas tras el derrumbamiento de un edificio de la calle Llibretería, se exponía como la obra culmen al lado de la capilla de Santa Ágata.

👆Este tesoro arqueológico de incalculable valor, ha permanecido con nosotros. Pero no es lo único,también el nombre de su antiguo jardín: El paraíso. Antaño un espacio natural que coronaba el templo de Augusto, hoy nombre de la calle que nos lleva directos a él.

📆¿Cuándo? Lunes de 10 a 14, mates a sábados de 10a 19, domingos de 10 a 20.