Cada vez que salgo de degustar un opíparo y pantagruélico festín en el chino de Alibei, también conocido por su pseudónimo el Chen ji, pienso lo mismo: ¿por qué diantres no vengo más? Pero antes de comenzar por el principio y hablarte del famosísimo restaurante chino de Barcelona, recapitulemos. ¿Por qué ir y, qué hace que pueda pasar desapercibido? Hoy hablamos del Chen ji. ¿Te apetece una experiencia gastronómica oriental lejos de dragones y rollitos chinos? ¿paseamos por un rincón que se aleja de las tabernas coloridas y los chinos que ahora también venden sushi?
Situado en la calle Ali bei 65, encontramos un restaurante que pasa totalmente desapercibido. Entre edificios, tiendas de masajes y manicuras, en pleno corazón del China Town Barcelonés, aparece un restaurante de esos que pasarías de largo. Como digo, se encuentra en el que fue el barrio chino de Barcelona. ¿El que fuera? ¿El que fue? Hoy en día, sin duda es algo menos chino y algo más trendy con toques mediterráneos. La causa fue la reconversión de Passeig Sant Joan en un hermoso bulevar. Como muchos saben, la zona que va desde Arc del Trionf hasta Gracia es hoy una deliciosa meca del brunch Hípster, capitaneada por la Granja Petit Bo, la Giulieta, Buho café y otros del estilo.
Cuando uno conoce el Chen ji o chino de Ali Bei, se queda petrificado al ver su aspecto. En el Chen ji no encontrarás un ambiente cool de taberna asiática. El Chen ji no tiene absolutamente nada que ver con un tradicional restaurante chino occidental. No verás por ninguna parte las palabras sushi, wok, gran muralla o feliz. Mucho menos te encontrarás decoración en verdes, rojos y dorados, o, sonrisas de oreja a oreja. El Chen Ji es escueto y austero. Nada que ver con un restautante chino al uso, pero tampoco tiene absolutamente nada que ver con los restaurantes orientales que se estila hoy en día y que forman nuestra ciudad.
El Chen ji es de aspecto árido. Consta de dos plantas, mesas de madera del típico bar Manolo de toda la vida y, una decoración carente de estudio y disoluciones. Si un arquitecto de interiores visitase el Chen ji… (dejémoslo en que comería y posteriormente le daría un sobresaliente olvidándose del resto). Cuando llevas a alguien al Chen ji por primera vez se siente incitado a juzgar su aspecto simplón pero cuando comienza a ver el elenco de personajes que se dan cita allí la cosa cambia.
Muchos lo conocen como el chino de Ali bei. Lo cierto es que hoy en día esa calle está plagada de restaurantes chinos. Muchas veces me pregunto si intentan hacerse eco del pseudonimo del Chen Ji y pasar desapercibidos. Si cuela cuela. El Chen ji también se conoce como el chino al que van los chinos. Esto ya nos aporta mucha información. En el Chen ji no pretendas tener mucha conversación con los camareros, es más, quizás escucharás más chino que otra cosa. En su carta encontrarás muchísimas posibilidades de cocina oriental real. Si quieres vivir una auténtica experiencia gastronómica oriental, reitero, tienes que ir al Chen Ji.
Hace años que soy asidua al restaurante, por ello he ido probando muchas de su especialidades a precios muy sugerentes. Si te prima la comida y no la atmósfera te lo recomiendo. No te dejes sugestionar por los kleenex del Mercadona que usan como servilletas o, sus botellas de salsa de soja de litro, porque sus infinitos platos son deliciosos. Cuando salgo del Chen ji tras haber dado buena cuenta de una suculenta comida, me reafirmo en hasta que punto somos sugestionables. Sus exquisiteces y raciones generosas oscilan de los 3 a los 5 €. La excepción de la carta es su espectacular pato pekinés. Es el plato más caro del menú. Asciende a los 13 € y que da cuanto menos para 2 comensales.
Entre sus múltiples delicias podemos encontrar platos como las empanadillas Guo tie, Xiao long bao, que rondan 10 unos 3,5/ 4 euros. Los platos de sabrosos tallarines con verduras, muy recomendables. Sus famosas vísceras y casquería, como los intestinos de cerdo crujiente y las lenguas de pato. Sólo he probado las últimas, su textura me resultó muy curiosa, pero no repetiré. Las ancas de rana, el famoso pollo Pequín y las sopas asiáticas. La foto de a continuación ilustra estas sopas pero no es del Chen Ji, es del Chino Japonés Zipi.
Hoy en día que el ramen es un must en nuestras vidas, poder degustar de deliciosas sopas con carnes y fideos hechos a mano a 3.50 en lugar de los típicos 10 euros que se estilan es algo que gusta. No estamos hablando de lo cutre, estamos hablando de una de las mejores cocinas asiáticas que he probado en occidente en un local que siempre está lleno a pensar del aspecto. Podemos optar por sopa de tallarines con carne picada o con ternera, sopa de fideos chinos hechos a mano, cerveza china tsingtao, tallarines fritos caseros, un zongzi arroz glutinoso relleno de carne y envuelto en hojas o bambú, medusa, pollo estilo caseros (increíble), tendones de ternera incluso sus famosas bandejas con buffet de medio día a 5 euros.
¿Qué me dices? ¿Te atreves a vivir esta experiencia China? Como amante de Asia ir al Chen Ji siempre me hace salir pensando… ¿por qué no voy más? ¿Por qué no voy siempre? Un mundo de posibilidades que nos muestra el lugar donde reside la belleza y el arte, en lo esencial. Espero que te animes a tener en cuenta su cocina Non Stop y sus delicatesens en alguna de tus rutas gastronómicas. Te dejo más información para Barcelonear
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