En esta ocasión vamos seguir con un nuevo volúmen de la serie: Tomar consciencia. Vamos a ponernos en un contexto común valiéndonos de casos reales de consulta que se dan el el día a día. Se trata del momento en que alguien es consciente de que está «drogado o sintiepensando«. Tomar consciencia de estar condicionado por sus anclajes inconscientes, es un hecho común, ahora bien, la cuestión radica en volver a nuestro centro. Cuando aún no se ha perdonado del todo una situación uno puede tomar consciencia de que aún queda más por entregar.
Se hace evidente que una gran crisis es acúmulo de muchas memorias emocionales arraigadas. No hay grado de intensidad, es decir o hay o no hay una determinada información. Se sostiene y se valida o no se valida y se sostiene.
Vamos a profundizar en un caso práctico desde la toma de consciencia, hasta la apertura a un nuevo paradigma con distinto abanico de posibilidades. ¿Sufres o vives una situación? ¿Eres víctima del destino o efectivamente eres causa de tu vida? ¿Cómo soltar en el momento en que el programa, sintiepensación o el conjunto de drogas mentales vienen con toda su fuerza fruto de algún anclaje que haya puesto en marcha el proceso? Vamos allá.
Los anclajes emocionales son estímulos que desencadenan el programa visceral
Al ser visceral una vez se activa se desencadena. Por mucho que lo intentes racionalizar con la mente consciente. Si el 97˜-95% de la psique (mente inconsciente), va en otra dirección, poco o nada puede hacer el 3-5% restante. ¿Qué hacer entonces? Tratar de contener al inconsciente con el consciente, lo que es lo mismo, tratar de racionalizar una emoción y pretender que funcione, es como decirle a un ordenador que se vuelva loco «paraaaaa paraaaa» a gritos. Absurdo, ineficaz y frustrante. La cuestión es stop, respira y resetea para liberar. Por eso siempre señalo que la gestión emocional en conducta sin toma de consciencia, liberación emocional real, (sentir/liberar la emoción) y descarga sin resistencia, es una medida bastante ineficiente.
Motivo: Aprendemos a llevar una mochila de 50 kg con una sonrisa de forma óptima, en lugar de vaciarla ¿Recuerdas el ejemplo?
Obviamente, como la realidad es neutra, los anclajes pueden evocar emociones positivas o negativas, según los pensamientos y neuroquímicos emocionales correspondientes a la percepción del estímulo inicial. Hemos hablado muchas veces de cómo las creencias y programas (emociones), son automatismos. Son memorias que nos aportan información sobre una interpretación o percepción pasada de x acontecimientos. «No nos molesta lo que ocurre, sino nuestra interpretación de lo que ocurre». Son viscerales, archivan la información y la comunican, gracias a las sustancias producidas por el sistema límbico y el organismo. Se acumulan en el cuerpo/mente inconsciente. Nos transmiten mensajes de placer o dolor, lo que interpretamos por bienestar o malestar, con el fin de recordar y transmitir información relevante de cara a la supervivencia.
Clave de transformación: Observación honesta, toma de consciencia, liberación emocional real, (sentir/liberar la emoción) y descarga sin resistencia, decisión
Todas estas memorias ubicadas en el cuerpo, mente inconsciente, son memorias y por tanto automatismos. Pueden ofrecernos información. No obstante, si las utilizamos para validar o invalidar una experiencia presente o, interpretar una experiencia presente, sin obtener información de la propia experiencia, quizás no sean tan útiles como creemos. Te invito a escuchar los programas de radio de: creencias, programas, virus mentales, sintiepensación, salida al laberinto del pensamiento y liberación emocional aquí, si quieres más información adicional de esto. En esta ocasión vamos a centrarnos en la segunda parte, cómo salir de ser víctimas de los efectos de estas memorias. ¿Es posible? ¿Vamos allá?
El caso práctico que nos compete en esta ocasión comienza con una pregunta ¿Mandarías a una persona traumatizada por un suceso al lugar dónde ocurrió? ¿Le servirías una copa de vino a un reciente exalcohólico? ¿Propondrías a esta persona a tomarse un café a una licorería? ¿Te tomas una buena fabada con unos mejillones en salsa de segundo cuando tienes gastroenteritis?.
Todo esto viene a ejemplificar algo básico: sentido del humor y sentido común
Sentido común, sentido del humor y anclajes
El sentido del humor es una herramienta básica ante lo que aparenta pasar en la pantalla de la vida. Ya sabes que nuestra percepción varía según nuestros filtros. Reírnos de nosotros mismos nos da una perspectiva más real que la de tomarse la vida en serio. Ese supuesto en serio es en base a un raciocinio juicioso, controlador y basado en premisas inflexibles. Ese supuesto en serio es la base de nuestro error perceptivo. Partir del absurdo, en lugar del miedo, es un buen modo de cuestionarnos el pensamiento. Además, es útil para liberar emoción, descargar, no creerse lo que ocurre y, liberar la energía de resistir lo que juzgamos, creemos, ocultamos o consideramos sombra. Además, sobre todo, es necesario el discernimiento en base al sentido común.
Tú eres la clave que siempre has estado buscando y siempre pediste. Eres la llave que abre tu puerta. Ese espacio de sabiduría y respuestas radica en ti
El sentido común muchas veces parece ser el menos común de los sentidos. Cuando algo nos altera emocionalmente podemos abrirnos a cuestionar esa respuesta/ese hecho, como efecto de un programa visceral, no sujeto al sentido común. Como sabemos, todos los pensamientos producen efectos en algún plano. Lo que aparenta ocurrir es efecto de esos pensamientos y, el trabajar con sus efectos desde las causas es lo que nos compete. En este artículo repasaremos los efectos del pensamiento a nivel, cuántico (físico), químico y psicológico con un caso de consulta reciente. Por último abordaremos cómo salir de los efectos de nuestros pensamientos cuando parecen un caballo desbocado hacia el abismo.
Clave: recuerda que hay una gran diferencia entre ser honesto con lo que sientes, en base a hechos y al presente, siendo consciente de que estás drogado y entre utilizar lo que sientes para regodearte en ese dolor.
El primero te libera de juicios y te lleva a soltar y liberar emoción (presión, neuroquímicos, liberar memoria, desprogramar). El segundo te atrapa y crea más juicios, refuerza el nudo emocional y crea más conexiones neuronales con sus drogas mentales.
En el vol.1 de la serie tomar consciencia (lee aquí), hablábamos de la historia de empoderamiento de la ratita Margaret. La ratita Margaret es un ejemplo real de consulta y ejemplifica como alguien puede salir de su ratonera mental y liberarse asumiendo una nueva vida. Margaret no sabía nada de proyecciones inconscientes, anclajes o programas, sólo sabía que sus peores terrores se veían manifestados en su día a día y que el cansancio se acumulaba por momentos.
Quiero saber más sobre la historia de la ratita Margaret aquí. Tomar consciencia Vol.1
La solución y el cambio del foco externo al interno, de la mirada temerosa a asumirse como causa e ir con confianza produjo el cambio en los efectos de la vida. No cambió cosas en la ratonera, cambió el centrarse en su vida en la ratonera por asumir cada decisión hacia los campos que quería disfrutar y recorrer.
El cambio de foco, intérprete, diccionario de la vida, mentalidad o percepción, (todos son sinónimos), traen como consecuencia cambios radicales en la conducta.
Cuando abrazamos y comprendemos la información de eso que sentimos, en relación a lo que parece ocurrir, se deshacen libremente esos vínculos y lealtades. No ocurre por rechazo o huida, sino por decisión y comprensión. Se transforma sin condenar y juzgar a las circunstancias o los personajes que han interpretado el teatrillo de la vida. Sueltan lastre, deshacen nudos emocionales y asumen su plena libertad.
Liberarse es mirar con inocencia lo que ocurre, sin posicionamiento, sin justificar, sólo tomando decisiones coherentes y honestas libres de deudas y lealtades de memorias pasadas.
¿Cómo empezar a utilizar el sentido del humor y el sentido común ?
Una forma de utilizar el teatrillo de la vida para reenfocar con sentido del humor y sentido común es salir de nosotros mismos, observar la obra de teatro y preguntar: ¿Qué papel interpreta cada cual? ¿Con quién se identifica o se deja de dentificar? ¿Actúas de madre o padre de tus amigos, hermanos, familiares, padres, parejas? ¿estás cada instante decidiendo en automático sujeto a hilos o vives? ¿Te crees la proyección de la obra o recuerdas que eres otra cosa, más allá de lo que interpretas? ¿Eres capaz de recordar que, anecdóticamente te encuentras interpretando un personaje hasta que decides no ser esclavo de ese papel?
Quiero visitar el artículo de decisión: Víctima o empoderado aquí
Para ilustrar cómo afectan las drogas mentales y los anclajes a no salir de la ratonera, hemos hablado de interpretar el papel de víctima en el vol.2 y en el artículo de decisión. En ellos ponemos sobre la mesa el contexto de una persona decide vivir su vida como víctima de las circunstancias. Puedes acceder a esos artículos si lo deseas. En éste, veremos cómo soltar estas adicciones y anclajes. Recordemos que sufrir o vivir una situación: decidir interpretar el papel de víctima de los avatares o empoderarse, es lícito y no juzgable. No obstante, así mismo, es bidireccional.
Accede al artículo tomar consciencia vol.2 : el disfraz de la víctima (con ejemplos de consulta reales) aquí
No existen víctimas en el universo, pero sí podemos experimentar los efectos de aquello que decidamos para nosotros. Para abreviar llamaré víctima a la persona que decide interpretar ese personaje y asumir sus efectos, ante lo que aparenta ocurrir. No obstante, no es víctima, es la responsable de su vida y decide vivirla así.
Yo decido cómo vivir mi vida y permito que le otro haga lo mismo
Vamos ahora a abordar ahora el momento en el que decidimos salir de la ratonera. Ese instante en el que decidimos soltar el disfraz de víctima y seguir adelante con nuestras vidas, libres de condicionamientos y lealtades, en dirección a nuevos campos y montañas. ¿Qué pasa cuando la situación no está del todo liberada a nivel inconsciente y queda más por perdonar/entregar/desprogramar/liberar?
¿Cómo soltar estos anclajes o seguir adelante sin ir condicionados por ellos?
Este artículo también surge de casos de consulta real. Muchos de mis clientes saben que, si es útil, realizamos la lista de ganancias para evitar el boicot. Vamos apuntando en una libreta las distintas tesituras. Apuntamos las ganancias del pequeño ser para identificar las opciones que apantalla el foco del miedo. Anotamos las sensaciones la traspasar esa cortina y liberar. Dejamos constancia del cambio de percepción en la pantalla de la vida.
La liberación mental, el cambio de percepción y la decisión consciente conlleva es la que deshace el conflicto que se proyecta en los sucesos de la vida.
Cuando una persona o, un cliente está drogado, sintiepensando, sujeto un anclaje, puede serle de mucha utilidad verde su puño y letra o, escuchar un audio, grabado o escrito previamente en un estado no alterado. En ese material se han de especificar las ganancias obtenidas en situaciones similares o hasta el momento. Muchas veces estamos tan centrados en la lo que estamos limpiado ahora que no vemos todo lo que hemos eliminado y liberado ya. En el audio la persona explica, con una emoción completamente distinta, la sensación que tiene. Se trata de observar la verdad sobre la situación, no su interpretación en base a los efectos. Hablará del efecto que produjo en la pantalla de la vida, el cambio de percepción de un evento. No es reprogramar sino desprogramar.
No se trata de ser robots positivos, sino soltar las ganancias de aferrarse a la negatividad y elegir en pro de nuestro corazón, con honestidad y coherencia
Tras la liberación todo se reorienta. Cuando el cliente o nosotros mismo realizamos este ejercicio tomamos consciencia de que si se hizo una vez, estamos a una decisión de entregarlo/soltarlo/desprogramarlo de nuevo. Cuando yo sostengo férreamente la lealtad, programa o creencia no voy a escuchar nada que me lo invalide. No obstante, si soy yo mismo quien lo dice, la cosa puede cambiar.
He comprobado que en muchos casos la persona o cliente se abre a ver las cosas de otra manera y a cuestionarse el pensamiento
Es importante hacerlo aunque el cliente diga que se va a acordar, o incluso nos lo digamos nosotros mismos. Recordemos que bajo el efecto de las drogas mentales no estamos muy dispuestos a usar el sentido común. Usamos muchos ejemplos y metáforas del día a día para conectar con herramientas que no se nos olviden fácilmente. Esto es lo que tocaremos en el día de hoy.
¿Cómo verlo desde el psicoanálisis?
Vamos hipnotizados, programados por nuestros programas inconscientes. ¿Con qué propósito o finalidad? ¿La de hacerme desgraciado y preso de mis programas? No. La de liberarme y expresar siempre la mayor benevolencia y felicidad. Para liberarnos de lealtades, programas y creencias tenemos que ser conscientes de ellos. Lo que atesoramos en las catacumbas de nuestro inconsciente es reprimido, suprimido, evitado o proyectado por los mecanismos de la mente racional. Este aspecto de la mente juzga las cavernas y las contiene. La presión de las memorias atesoradas a modo de emociones, nos dirige a los acontecimientos de la pantalla de la vida.
Las memorias acumuladas buscan la excusa perfecta para soltar esa presión como quien abre una válvula de seguridad.
Los aparentes sucesos no perdonados/asumidos/aceptados/liberados buscan emerger a la consciencia. Lo que atesoramos como secretos o vergüenzas, la información a modo de patrones necesita ser asumida y transformada. Hasta que no entregamos y liberamos el programa, seguiremos repitiendo los mismos patrones. Estaremos llamándoles destino, como si de algo ajenos a nuestra vida se tratase.
Yo no me siento culpable, colérico, rabioso, enfadado, vergonzoso, cansado… por la razón que creo
Lo que ocurre es que yo, atesoro el programa en mí. Yo me siento inconscientemente culpable (causa) y, manifiesto diversas imágenes y situaciones en mi vida (efecto). Es una decisión inconsciente. Me topo con distintas personas y situaciones sincrónicamente (efecto) para comprender qué ocurre dentro de mí. El modo en que esto tiene luga se ha explicado muchas veces, te invito a que lo revises.
El mecanismo de la proyección: del foco, al prisma de luz
Normalmente hablamos de que somos como ese proyector que nos muestra en la pantalla de la vida la imagen que sostiene delante del haz de luz. No obstante, podemos transformar esta imagen si nos decantamos por cambiar la metáfora del proyector por un foco de luz con forma de prisma. Imaginémonos que este prisma adquiere la configuración de una lámpara de cera.
¿Sabes a qué me refiero? Estoy hablando de estas lámparas con un fluido de colores en su interior. En este caso, la lámpara será en forma de prisma, es decir, con multitud de caras. Si yo, en el medio de las caras pongo un fluido de color, ese color se proyectará a todas las partes de la habitación. En otras palabras, si nuestra mente, (consciente e inconsciente), es ese proyector/lámpara, los pensamientos/creencias/programas que sostiene se verán reflejado caras de la vida.
Si yo tengo pensamientos que sostienen pautas incoherentes, negatividad interna, las situaciones de la vida me lo reflejan. Si yo sostengo pensamientos de culpabilidad, las situaciones me lo muestran. Hasta aquí se ha explicado millones de veces.
¿Qué tienen que ver los anclajes y drogas mentales en esto?
Si las caras de la lámpara son transparentes sólo proyectan los colorines que del fluido. ¿Pero, qué pasa si algunas de estas caras están coloreadas con más filtros? o, más interesante, ¿Qué pasaría si una de estas caras se pudiese manchar de fluido de tal forma que, aún habiendo desapareado la causa del color, fluido, siguiera presente la proyección? Es el momento en que entran los anclajes en juego.
Este es el tema que hace caer y caer en lo mismo a aquellos que ya han tomado consciencia pero aún no han perdonado una situación del todo. Nos informa que aún hay mucho más de ella que entregar. Con frecuencia los anclajes son grandes condicionantes por sí mismos. En algunos casos reprograman, por ello debemos de respirar y ser conscientes de que «no tomamos decisiones drogados» por la sintiepensación. Así pues comenzábamos el artículo preguntándonos ¿Ofrecerías a un reciente exalcohólico una copa de vino?
Respirar, tomar consciencia de que la información aún sigue latente y decidir desde la coherencia, la honestidad y el sentido común. Hablamos, como siempre de decidir desde la libertad emocional/ desde la confianza/ desde el amor
Si, se han limpiado muchas de las proyecciones en la pantalla de la vida. Sin embargo, aún existen otras paredes en las que vemos los colorines de los fluidos pasados. ¿No sabes a qué me refiero? ¿Cuántas veces has cambiado la percepción de tu vida y llegas a casa de tu familia y esos programas parecen empezar a reactivarse? Pensabas que habías cambiado la percepción respecto a algo y de pronto ves que aún escondías memorias emocionales en algunos lugares. Una buena pregunta es ¿Con qué emoción he ido dirigida a esta situación? ¿Qué emoción siento/ me refleja?
Pensabas que la casa estaba limpita y aún quedaban huequitos que escondían restos de la fiesta de fin de año
Como es adentro es a fuera. La vida es un espejo que te refleja lo que sostienes. Estos son anclajes y programas asociados, algunas resistencias que muestran un perdón o una desprogramación a medias. No se trata de castigarse, sino de reirse y ponerse a limpiar. Tu vida es un perfecto curso del perdón y de la desprogramación mental hecho a medida para ti. Su finalidad es dejar de validar ficciones y expresar tu naturaleza amorosa y radiante al máximo.
Detector de honestidad/mentiras: Si algo me saca de mi perfecta paz, sensación de plenitud, bienestar, hay una percecpión distorsionada en base a una memoria, creencia o pensamiento implicada que puedo soltar, liberar y perdonar.
Clave 1: Cada vez que en la pantalla de la vida me encuentro: los restos de suciedad de la fiesta, el colorín proyectado, las mismas situaciones y emociones de supervivencia, mis miedos proyectados, mis creencias, mis fracasos, mis temores, mis aparentes miserias repetitivas, eventos que no me expresen una paz y felicidad total, no me los creo. Dejaré de interpretarlos. Iré a observar qué información me aportan, cuestionándome los pensamientos que los activan.
Recuerda, no me creo la película de lo que pareciera suceder porque es efecto de la proyección de mis filtros mentales. Si tengo gafas rojas veré rojo. Si tengo gafas de miedo veré miedo.
En resumidas cuentas, en el ejemplo de la lámpara de cera, a veces emergen otras bolas de fluido de colores. Cuando vuelven a emerger eventualidades de las catacumbas de nuestro inconsciente podemos decidir pararnos a liberar y desprogramar. Es decir, cuando parece que pasa algo que me molesta, me duele, me hace reaccionar o me toca, puedo pararme a observar, cuestionar y soltar aquello que se está validando en la mente.
Raquel, ¿Cómo?: Lo hemos visto más detalladamente en otros artículos, más o menos va así. ¿Qué interpreto de esto que parece ocurrir? ¿Qué suceso, mirada, acto, hecho, palabra, me ha molestado, pinchado, hecho reaccionar, dolido, agraviado tanto. ¿Qué creo de esto? ¿Qué pensamiento identifico? ¿Cómo creo que debieran de ser las cosas? ¿Qué idea férrea sobre mí, el mundo, las cosas atesoro? Ahí nos encontramos con la creencia, la lealtad o el programa.
Las catacumbas emergen para ser comprendidas y liberadas no para ser sumergidas de nuevo, a no ser que queramos seguir repitiendo ese mismo patrón.
Desde la física ¿qué es un pensamiento?
Un pensamiento es un patrón de electrones con la misma frecuencia que resuenan con otros pensamientos de igual frecuencia. Por eso decimos que no vemos el mundo tal y como es sino que vemos nuestras concepción del mundo. Todos vivimos y vemos en la realidad proyectada por muestro sistema de creencias y programas o filtros mentales. Como hemos hablado en otras ocasiones, todo lo que vemos es nuestra interpretación del mundo en base a las gafas que llevamos.
Muchas de estas gafas son ideas grabadas, automatismos, programas, que nos sirven para comunicarnos o funcionar en automático en el mundo
Ahora bien, si algo me molesta a mí, entonces puedo actualizar alguno de estos automatismos. Están ahí por ser programas que implican una información crucial para la supervivencia de épocas anteriores. Ha pasado de ser una conducta adaptativa a desadaptativa. Si algo sucede en mi vida tiene que ver conmigo, con pensamientos que sostengo.
La solución es comprender y decidir otro plato del menú, no pelearse con ello. Si no te gusta la radio que escuchas, cambia de emisora. Si no te gustan los sucesos que ves reflejados en la vida, observa y cuestiónate los pensamientos que sostienes en tu mente. Suelta aquellos que no te identifiquen.
Libérate de lo que ya no te sirve o fue creado por un sistema de miedo, desconfianza y separación
Cuando nos despertamos de una pesadilla y no recordamos más, esas sensaciones de intensidad que llamamos miedo, son una nube amorfa que busca algo para engancharse. Es algo así como un mar en el que hay anzuelos con carnada esperando a que algún pez pique. Los pensamientos a los que aferrar esa intensidad son la carnada del pez, como lo es una sombra o un ruido, la imagen en la que busca posicionarse la nube de miedo de ese despertar. Si pico, si me compro un pensamiento, ni que sea un milisegundo, el programa se activa, desarrollando todas las etiquetas que lleve asociado el programa. Los pensamientos se autorrefuerzan y se unen.
De comprarse un pensamiento del miedo o supervivencia, vienen mil más
Te invito a que imagines que tienes en casa una garrafa de agua. Imagínate que se rompe por un lado. Si yo soy consciente de que empieza a romper y no reacciono, inmediatamente voy a ver inundado el suelo incrementando los efectos del suceso. Algo así pasa con un programa. Si yo me estoy notando drogado de sintiepensaciones, neuroquímicos de estrés, efectos de mis pensamientos, es decir, si me estoy sintiendo mal, la garrafa se ha roto.
Si noto los efectos de mis peores pensamientos y no los cuestiono, o no me permito sentir lo que siento sin juicio, sin dudar de los diálogos a los que se aferra, puedo dar por hecho que van a venir más
La inundación es un hecho. Si yo veo que empiezo a manifestar los efectos de un anclaje hay que ser conscientes/actuar cuanto antes. El anclaje es lo que mi filtro mental inconsciente interpreta de un lugar, persona o una circunstancia. El anclaje manda la orden de darle a enter al botón del programa y activarlo. El programa tiene una información concreta y visceral, cuando está activado somos un robot a su merced.
Lo más importante es poner aquello que sucede/parece ocurrir, a la luz del detector de mentiras
En esta vida hay tiempo para todo menos para pararse a perdonar y liberar emoción. Ser conscientes de la sensación implica no querer transformarla, sino darle presencia y airearla. Ignoramos esos pensamientos interminables y diálogos. Nos recordamos que esos pensamientos también son del programa, van unidos. Son la carnada de la mente racional y no tienen nada que ver con lo que realmente ocurre.
Lo que ocurre es la presión de los sentimientos intentando salir
Cuando la garrafa está abierta, actuo de inmediato parando el verter el agua o colocándola en un lugar donde no haga destrozos. Es decir, si veo que no puedo sobrellevar los efectos del programa, me paro. Primero me recuerdo que lo que pienso no es real, segundo me recuerdo que estoy drogada de estrés mental y lo agradezco porque es mi oportunidad de liberarlo. Tercero respiro y me paro a contemplarlo y cuestionarlo sabiendo que, aunque sienta lo que siento, lo que pienso, no es real, es consecuencia de mis drogas mentales.
Clave: me abro a decidir creativamente. Si no puedo sentir sin juicio lo que parece ocurrir, puedo decidir invertir esa energía en realizar actos compasivos y amorosos hacia mí misma.
Cuanto más nos situamos en la mente contemplativa que observa al programa automáticos en activo, menos automático somos. Podemos ir tomando consciencia de su sentido de supervivencia y su información. Desde este punto yo sé que siento lo que siento. No lo niego. Soy consciente de ello. No obstante, sé que es mi borrachera mental y, como tal, puedo manejar las partes más sencillas para mí hasta volver sobre ello cuando esté en mi centro.
No tomamos decisiones drogados
Repetimos: es importante no es tomar decisiones creyéndonos que lo que ocurre es real. Nadie tiene una gastroenteritis, siente nauseas y le dice a la gente: decido no comer nunca más porque siento que no comería en la vida. Una cosa es sentir que no quieres ni pensar en comida cuando estás bajo los efectos del aparente problema, otra muy distinta tomar decisiones cruciales. Bajo los efectos de las drogas mentales, al igual que haríamos con el alcohol, no se toman decisiones coherentes con sentido común.
Por tanto, si veo que no soy capaz de no comprarme un pensamiento, paro las drogas y luego ya lo observo
No decido comprarme una casa tras una borrachera mental. Lo primero es volver a ese centro. Sí, ya sé que me vas a decir que tienes muchas cosas que hacer y solucionar. No obstante déjame que te diga que correr despavorido con una venda en los ojos hacia ninguna parte tampoco es sentido común. Invierte un ratito en soltar la venda, luego irás más rápido, con menos esfuerzo y serás más eficiente.
Si veo que no puedo «sentir lo que siento sin juicio», no me «escapo» de esa situación, sólo decido conscientemente «manejarla de otro modo» y eso ya vuelve a ser manejo sin juicio.
Sé que lo que ocurre son efectos de pensamientos de un sistema de supervivencia irreal, por tanto nos los huyo, suprimo o escapo. Sólo se trata de observar al vampiro de la peli que te quita la energía y decirle, no eres real, me siento así porque me creí que lo eras.
Recuerdo y tomo consciencia de que los efectos no son reales aunque no sepa aún cómo manejarlos
Respiro, tomo distancia con algo que me haga poder entregar toda esa negatividad que sale de la válvula. Estamos parando el agua conscientemente. Posteriormente, ya desde un estado de coherencia y tranquilidad, desde nuestro centro, observaremos los motivos, lealtades, aprendizajes y beneficios tenían esos programas sostenidos para liberarlos.
Cómo soltar anclajes y drogas mentales nivel neuroquímico
Como una persona que vive en un aeropuerto deja de percibir el estímulo del sonido, ¿cierto? las células que han estado sometidas a chutes de neuroquímicos de supervivencia y estrés también están acostumbradas. Las emociones de ira, rabia, pena, culpa, angustia, asco, supervivencia o miedo, al fin y al cabo, son altamente adictivas. Sus efectos con como tomarte tres redbulls y van in crescendo.
Ya sabemos que el cuerpo es la mente inconsciente y que los neurotransmisores, neuroreceptores, neuropéptidos y hormonas materializan el pensamiento a lo físcico-químico tangible en la realidad
Cuando te acostumbras a tomar 3 redbulls al día, puede que te vuelvas adicto a esa sensación si careces de ella. Puede también que necesites dos más si realmente quieres producir un subidón. Esto ocurre porque los receptores celulares se saturan de estímulo y dejan de percibirlo hasta que el estímulo crece. Como te digo, los químicos producidos por tu farmacia cerebral en estados de estrés son altamente adictivos. De este modo, yo no seré consciente de que me siento culpable en mi vida porque ya estoy inmerso en una vida de dinámicas de culpabilidad. Veré la culpabilidad cuando pase algo que suba el umbral y me lo refuerce.
Como además soy adicto a mis redbulls de culpa inconsciente, no me voy a conformar con no obtener «mi chute»
Si noto que baja la dosis, es muy posible que me valga de mis anclajes para aferrarme a mi dosis diaria. Este es el motivo de volver a la comodidad de mis incomodidades. Es buscar el chute en la fuente hasta quedar satisfecha. Por eso los anclajes reprograman el conflicto si no estamos dispuestos a seguir limpiando la casa amorosamente. La libertad es la valentía de reconocer que quizás me estoy equivocando y recordar quién realmente soy más allá del efecto de las drogas. Muchas gracias por este encuentro espero que te haya sido útil.
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