El camino del apego al amor incondicional

Hoy vamos a hablar del camino del apego al amor incondicional. En este encuentro, caminamos del Miedo al Amor. Hablar de Amor incondicional, sin dependencia, es hablar de la naturaleza creativa que nos conforma. Esto nos lleva a hablar de las cualidades de la Verdadera Identidad. Se trata de dejar el universo del despiste acerca de lo que somos, y situarnos en el espacio de reconocimiento auténtico de nuestra verdadera esencia. En ocasiones, como seres humanos con experiencias humanas, nos hemos despistado y hemos transitado ese camino por otros lindes. Esto no solo no es un error, sino que de partida es necesario para ubicarnos y comprender qué somos y qué no somos. ¿Cómo puedes saber lo que es real para ti sin una experiencia de ello?.

Temer el contacto con la Realidad y con la Vida es temernos a nosotros mismos. Lo que hoy proponemos es que no temas a nada de ti, porque tú y la Vida, sois un espacio de juego y deleite más allá del miedo. ¿Y si tu trabajo va de soltar capas de miedo para pasar al siguiente nivel y reconocerte en una Vida y experiencia nueva?

Estás seguro y a salvo en ti mismo, lo sientas o no. Es normal y natural sentirse hecho un lío. Todos hemos transitado espacios de dolor y heridas quedando enganchados a muchas cuestiones mentales que se tornarían nuestros mecanismos coraza. Los mecanismos coraza eran autoengaños que creímos útiles para intentar evitar caer de nuevo en esos instantes de vulnerabilidad. El problema es que, como todos hemos experimentado en muchos momentos, las corazas nos alejaban de nuestra naturaleza, haciéndonos ser autómatas, muertos en vida y, por supuesto, en ese camino, la ansiedad y la depresión al no escuchar nuestros mensajes y el Eco de nuestra Verdad, brillaban por su Presencia.

Esas heridas, esa programación latente que ya se acarreaba en ese cuerpecito infantil y minúsculo, era un desafío que revelaría tus mayores tesoros y dones. Pero claro, en ese mal entendido, nadie nos contó tal secreto a voces y, nos quedamos estancados en un universo de niebla y confusión. Todas esas heridas, malos entendidos del pasado que sosteníamos mentalmente en nuestro cuerpo emocional presente, engendrarían nuestros temores e inseguridades, así como nuestros mecanismos de huida o lucha.

Así mismo, esos miedos, sin saberlo, serían los rastreadores/atractores de situaciones similares para poder darnos la oportunidad de obtener el don encubierto del Amor incondicional, ese que pasaba desapercibido y que resonaba con las bases de nuestro auténtico poder. Obtener ese don era poder dejar definitivamente el pasado en donde debe de estar y continuar adelante.

No poder vislumbrar el don que se ocultaba en el mensaje, implicaba repetir la lección de modos infinitos.

• No sé si te has sentido algo identificado o no, pero hoy vamos a sentirnos bien en la energía que habitamos y en el cuerpo que nos sirve de vehículo destapando el juego.

Si lo observas sin implicarte o vincularte, verás que en ese juego de temor, hemos podido quedarnos sujetos del malentendido sin traspasar el camino al otro lado del miedo. Hemos podido quedar apegados a las circunstancias y a los eventos de un modo pegajoso, exasperante e incluso obsesivo. Si te sientes reconocido en esta historia o bucle mental tranquilo, hoy verás que estás ante tu instante de perdón y liberación, es el momento de soltar losas y mochilas, pues  todos los caminos llegan al Amor porque, en esencia, solo somos Amor.

Para resumir y concretar diremos que, en términos generales, el Amor incondicional es el camino del amor desde el sistema de pensamiento consciente de Amor. Este sistema de pensamiento es  completo y coherente, no cree que debas de cumplir requisitos para ser maravilloso sino que te reconoce como un divino milagro colmado de Potencial. Ese sistema no está sujeto a mecanismos de defensa, condiciones, dogmas o parámetros. El amor es amor y punto.

El camino del apego, sin embargo, es el camino de la búsqueda de amor, reconocimiento y apreciación. Es un camino basado en: el miedo a la Vida, la culpabilidad interna y la sensación de que hay algo de malo o pecaminoso, defectuoso o insuficiente en uno mismo. Este camino de apego se alimenta de las heridas inconscientes magnificadas por el terror y la ilusión paso del tiempo.

Esas heridas son proyectadas, buscadas de modo hipnótico y atraídas a nuestras vidas de modo inconsciente bajo ese sistema de patrón de pensamientos. La finalidad del sistema es hacerse evidente para su reconocimiento, liberación, sanación y, por supuesto la obtención del don encubierto que permite la exploración de nuevas posibilidades de realidad. La finalidad del sistema jamás será, ni ha sido, que seas un esclavo o víctima de lo que ves.

Al sostener una herida inconsciente de carencia fruto de: dolores e interpretaciones pasadas, significados irreales de ciertos eventos, culpabilidad, ausencia de perdón, incomprensión y martirios mentales revividos constantemente a nivel psicoemotivo, proyectan en un bucle infinito una realidad de aislamiento en la que uno se ve obligado a huir, se evade o se defiende para sobrevivir.

Esta mentalidad desadaptativa hace de nuestro día a día una ilusoria e inexistente cárcel mental, muy real en apariencia. En ella somos: preso, cárcel, carcelero, llave y la comprensión que deshace el entuerto. en definitiva un camino del amor desde el sistema de pensamiento del Miedo es el pegajoso y frustrante camino del Apego.

Ese amor que crees buscar, en realidad no es más que tu naturaleza . Asumir su presencia en ti, te libera y te aporta poder y verdadero bienestar. Por ello en este encuentro vamos a hablar de ese camino que va desde el apego al amor incondicional, como algo que todos, antes o después,  transitamos y que, por supuesto, forma parte de nuestros maravillosos espacios de práctica y aprendizaje.

Recuerda que es imprescindible discernir las polaridades de qué somos y qué no somos para poder reconocer que, tu esencia interna es la respuesta que buscas diariamente y la fuente de tu poder. Tómate este artículo con filosofía, está hecho para discernir y aventurarnos en nuestro desafío al reconocer las pautas mentales que nos despistan. Jamás se creó para que te juzgues o castigues, sino para que te perdones y liberes soltando lo que no forma parte de ti. Escribo para vayas más allá de esas dinámicas programadas y te reconozcas como un auténtico milagro colmado de posibilidades.

Atención: Cuando hablo de pautas de apego, hablo de algo referente a nuestra personalidad sesgada y programada. Todos venimos con lo puesto, es algo natural y no es negativo ni positivo, es útil según el enfoque. Tú no eres ni tu programación, ni tu personalidad, ni tu realidad personal, por esto te invito a  soltar lo que veas que no te corresponde. Lo que no te corresponde es aquello que pasa de ser funcional a disfuncional. Por otra parte, cuando hablo de ti, hablo de tu esencia, extraordinaria, maravillosa, eterna, poderosa, invulnerable y siempre presente.

El camino del apego del Ego al Amor de tu Realidad Natural

En este encuentro, ahora, quiero que charlemos y podamos discernir el camino que va del apego de nuestra falsa identidad, ego o personalidad con la que nos identificamos, al amor incondicional de tu esencia totipotente.

Notas aclaratorias:

• Camino que va del apego de nuestra falsa identidad, ego o personalidad con la que nos identificamos: Esto hace referencia al malentendido mental que nos lleva a ese camino de seguirle la pista al miedo. Ese camino trata de alcanzar y conseguir lo que supuestamente nos falta. Esto que nos falta es una idea proyectada por las memorias de nuestros programas inconscientes. Estos programas se nutren de las creencias, experiencias, ideas, dogmas y  heridas memorizadas. Este dolor latente por una herida no sanada y recontextualizada se proyecta en el temor y los miedos a verse repetidas y no saber cómo afrontarlas o darles respuesta. Hablamos de querer defenderse de la vida, hablamos de temer a un universo que conocimos bien y proyectarlo a lo desconocido. Hablamos de huir o luchar, de ser dominados por la necesidad. Hablamos de experimentar una falsa creencia de carencia y una visión de lo externo como fuente de la experiencia del dolor o la  felicidad, a la que nunca llegaremos sin sacrificio.

•  Camino del amor incondicional de tu esencia totipotente: Hace referencia al reconocimiento del Ser real. Reconocer tu existencia como un milagro Real y Natural, necesario es reconocerte como fuente de felicidad y de respuesta. Una Presencia, completa, colmada de posibilidad, total, abundante, colmada de autenticidad, comprensión, reconocimiento de ser el origen y fuente de la experiencia que vives al ver lo externo como extensión y expansión del Ser. 

Para recorrer este camino es necesario discernir la Verdad del malentendido. Como siempre digo, los malos entendidos no se tratan, se comprenden y se deshace el entuerto (deshacimiento del ego). Por ello caminantes, vamos a discernir ciertas premisas o puntos de vista para que te pongas en situación del marco de referencia. Los puntos de partida de esta visión se exponen para comprender la propuesta de observación e investigación del artículo. La tónica de este artículo es un punto más profunda que los artículos de «superar el desamor» o «necesitas un Te» aunque son una continuación de los mismos.

• Punto de partida: leas lo que leas, lo que te timbre o haga sentir malestar es efecto de una creencia o programa, recuerda, he escrito con todo mi amor y respeto este texto y yo Sé que eres perfecto tal y como eres, con todas tus particularidades, sin cambiar nada, incluyendo tus aparentes resistencias. Lo que experimentes como dolor es realmente un diálogo interno que aún se siente asustado y tiene malos entendidos. No te preocupes, es completamente natural sentirte así, por eso lo llaman «resistencia o punto de presión». Es algo análogo al dolor, tensión o resistencia al tocar una postura de Yoga o con el fisioterapeuta. No es que no puedas hacer la postura o recuperar tu posición natural. No se trata de romperte una pierna tampoco, o cualquier otro miembro. Se trata de detectar dónde está el aparente límite para darle amorcito. Recuerda  decirte «Soy un milagro, soy perfecto por existir«. Ahora sí vamos con el artículo.
• Primero: Si me permites una sugerencia en la trama, para una mayor comprensión, leer los artículos en orden puede facilitar el proceso. Más o menos sería así: Necesitas un Te, Superando desamor vol1, Superando el desamor vol2: entendiendo al Personaje, Ayunando amor (opcional), Miedo o amor, El Camino del apego al amor, Salvation etc. Está trayectoria nos proporcionará mayor claridad en la lectura. Si aún así deseas profundizar en este artículo de un modo más sencillo y claro, te diré que se escribió en su momento como guion propuesta de los puntos más relevantes tratados en un podcast para nuestros oyentes de radio. Por ello, puedes escuchar nuestro programa de radio 📻 mexicano con Gaby Olivera y entenderlo aún mejor ya que tiene testimonios y preguntas en directo que «aterrizan el concepto» y pueden proporcionar mayor perspectiva que el mundo abstracto. Te dejo aquí el podcast sobre amor incondicional con Gaby

Segundo aspectos comentar: clarificando términos, te indico que en este artículo, partimos de la premisa que entiende la realidad como un espejo y, nuestras relaciones, por consiguiente se ven como un encuentro en resonancia con la proyección de nuestro sistema mental, nuestros significados y nuestro condicionamiento en base a las experiencias y percepciones acumulada a nivel mental. Esto es: exploramos por medio del aparente mundo «externo», la relación que tenemos con nuestras ideas, emociones, creencias, significados, recuerdos, memorias…

En definitiva estamos realmente ante una relación con nosotros y nuestro universo, configurado por  programas mentales, conceptos y, cómo no, las ideas de apego o amor incondicional que tenemos memorizadas. Por tanto, si lo piensas bien, te estoy proponiendo que: mi idea y autoconcepto de las cosas, no es la misma que la tuya. De hecho al relacionarnos con el mundo podemos comprobar esta tesis claramente al ver este sistema operando. ¿Cómo sabes que tú y yo vemos el mismo color amarillo? De hecho, nuestro trabajo es ir poniéndonos en contacto con estos significados internos para ser verdaderamente libres psico-emocionalmente.

La libertad psico emocional se asume al liberar aquellos significados que nos aprisionan con su falsa utilidad en nuestras vidas y tomar nuevas decisiones ante lo que creemos Ver. La liberta psicoemocional ocurre cuando dejas de jugar en el mundo de las consecuencias y actúas comprendiendo las causas.

Hoy tocamos uno de ellos: la prisión del apego como la falsa creencia de carencia de lo que ansío y, el amor incondicional como la presencia y reconocimiento de amor que soy y, que el mundo me refleja.

Entender esto es entender algo muy sencillo. Podemos comprenderlo claramente con el discernimiento de estas cuestiones porque, no es posible estar en ambas posiciones. Observa cuál es tu postura.

1. ¿El origen y la fuente de mi bienestar está en mi interior, en mi corazón, en mi estabilidad emocional, en mi confianza o, por contra, está en algo externo que creo necesitar y en su aparición, en su presencia en mi vida o en el cumplimiento de ese deseo?
2. ¿Me apruebo de corazón  o necesito aprobación?
3. ¿Me apruebo sabiendo que todo está bien en mí, que no tengo nada que demostrar y que eso incluye mi vulnerabilidad, mi humanidad, mis aparentes aprendizajes que veo como errores, o, tomo una postura orgullosa, defensiva, finjo aprobación y autocuidado a pesar de ver mis incoherencias e impongo mi postura como mecanismo de defensa?
4. ¿Soy clave y llave de lo que veo o, soy esclavo de mi realidad y sus criterios?
5. ¿Es mi decisión la fuente de mi poder, es el reconocimiento de mi Naturaleza lo que me proporciona estabilidad o, por contra, estoy sujeto a un equilibrio inestable?
6. ¿Mi ser es invulnerable en esencia o se tambalea buscando un estatus verificado por una serie de acciones?
7. Soy ya por derecho de existir la fuente de mi poder o me creo insuficiente y he de conseguir algo que me lo valide? ¿Si has respondido que sí a lo primero ¿Tus acciones y tu ejemplo son indicativo de ese respeto?
8. ¿Hay una auténtica relación interna o soy dependiente del mundo que veo al carecer de la comprensión de que «yo he creado ese mundo», con mis ideas, percepciones y las prioridades que considero importantes en base a mis memorias, mis temores, apegos de la personalidad y sus heridas?

Tercero: sigamos indagando en este tema para realizar un buen marco de referencia. Podemos internarnos en la comprensión de dichas cuestiones con un ejemplo:

(*Nota aclaratoria: En este ejemplo hablamos de «la fuente«, no hablamos de la posibilidad de tener anhelos o apetencias. Claro que puedes tener deseos, preferencias o apetencias. Tener deseos no es ser esclavo de un deseo. Tener deseo es saber que mi decisión es la fuente del mismo y ser esclavo de ese deseo, es sentirme separado de la fuente o cualidad que conlleva ese deseo. Una cosa es decidir a dónde dirigir la mirada, pudiendo si lo decidimos, cambiar de opinión y, otra muy distinta es que la fuente de ese poder sea mirar manteniendo un único punto de vista o dirección, no por apetencia, sino por necesidad.)

•   Por tanto, cuando deposito mi anhelo, mi Fe, mi seguridad, mi amor, mi confianza o la fuente de mi valor en algo externo, inmediatamente dependo de su cumplimiento. Por ende, a cada cumplimiento aparento quedarme más tranquilo pero, es una falsa tranquilidad porque reafirmo mi necesidad.
• A cada fracaso y, llamaré fracaso al no cumplimiento o realización de lo que deseo, me sentiré aturdido, mermado, nervioso, angustiado, temeroso. Estaré dominado por lo externo y no por mi decisión. No soy libre.
• Puedo animarme y luchar en pro de la siguiente oportunidad, pero sigo siendo esclavo agotado, dependiente de una realización, en lugar de un ser libre y pleno, independiente de ello, inconsciente de que: yo le he dado a ese algo el valor que tiene para mí y su poder sobre mi vida. No valido mi fuente, mi ser o mi interior como base sustancial de mi propia naturaleza u Poder.
• Mientras que mi autovalor, autorealización y autoconfianza dependan del cumplimiento de criterios externos y, no se den por derecho de existencia, soy un esclavo. Los conceptos intrínsecos a nuestro Ser como son: la paz, la armonía, el amor propio o philautía, integridad, la entrega, el valor, la resiliencia, la transformación, la completitud y el  merecimiento se van erosionado. Esta erosión va dejando vacío a su paso.
• Poner el poder en el foco interno nos realiza y recompone, mientras que poner el poder en la base de nuestras proyecciones externas es vivir en el miedo y en nuestras heridas pasadas.  Esta dinámica es análoga a vivir con un marcapasos, habiendo entregado tu corazón sano a otro para que te lo cuide. Piensa en ello.

Observa cómo eres creador consciente del mundo que ves ¿Te sientes del mismo modo ante un atardecer cuando llevas el dolor, la alegría, la tristeza, la euforia, la rabia, la pena contigo?

Ahí puedes ver distintos universos proyectados. Ahí puedes ver como el mundo perceptual transforma «lo que ves» y, así mismo «una parte de ti mismo» atestigua silenciosamente el evento. Ahí puedes comprender que no «ansias cosas, reconocimientos o obtener logros», sino lo que crees que ello te hará experimentar.

Reflexiona: ¿Cuántos logros se han esfumado al obtenerlos y te han sabido a humo? Ahí comprendes que lo que realmente quieres o buscas es lo que crees que te harán sentir esa serie de cosas. Por tanto, esa fuente de experiencia y sensación, lo veas o no, ya es una experiencia interna. Esa experiencia es algo que ya posees en este momento en ti mismo. ¿Cómo saber que quieres ver la luna sino tienes en ti imagen y experiencia de luna? ¿Cómo saber que quieres una abrazo, si no buscas realmente la sensación memorizada de abrazo en ti, a la que le otorgas prioridad?

Para que entiendas mejor, así muy genérico, podríamos decir que en nuestra metáfora, «Amar y ser amor» sería posicionarte en el testigo y ser consciente de ese poder creativo del testigo, de tu yo interno y esencial. No se trata de ese  falso yo que tiene miedo y pone su corazón al servicio de lo externo viviendo con el marcapasos.

El testigo crea con su confianza, la comprensión de ser poder, energía creativa, ser la llave y la respuesta al reconocer que, él es la fuente de lo que ve. Este hecho le proporciona autoafirmación y su posición abierta ante lo que acontece. El testigo es un obrador con su observación, no con sus acciones. Es consciente del origen de su poder y es consciente de que: no son las cosas que suceden el origen de lo que le sucede, ni el origen de cómo reacciona sino que, es lo opuesto.

• Lo que parece suceder es una consecuencia. Lo que aparenta suceder en la vida es un modo de cómo vivir en base a un esquema mental. Lo que aparenta suceder es una consecuencia de la realidad personal que vive esa personalidad y que esa personalidad reactiva. Por tanto, siempre es susceptible de ser cambiado al transformar su origen y atestiguar de un modo diferente.

Amar y ser amor es reconocer el inherente poder creador de la consciencia en ti, que atestigua lo que ocurre. Ya que solo reconociendo al testigo podemos ser libres de nuestra respuesta y nuestros movimientos. Veamos un ejemplo. Al igual que si «soy consciente» de que mi amigo está de ciego, me saco de la ecuación cuando me da un «golpe» y choca contra mí, pues comprendo,  recontextualizo y resignifico la situación, sin tomarlo a personal. El testigo silencioso u observador te hace libre de cómo responder, más allá de lo que te suscita el automatismo.

El testigo resignifica lo que acontece en nuestra vida, sacando al ego de la ecuación y permitiendo en cualquier situación o evento, tomar nuevas opciones saludables y amorosas.

Amor incondicional es comprensión total. Apego es percepción sesgada e inconsciencia inconsistente. Amor incondicional es visión, al tomar infinitos puntos de vista, en un marco global e infinito de perspectiva. Apego  es ver el exterior del mundo desde un ojo de pez, un miedo, una presunción y, por consiguiente, vivir asustado por los monstruos desfigurados que percibimos, luchando contra lo que vemos.

La inconsistencia del pensamiento de miedo y apego es pensar que, si obtengo lo que creo que quiero, me salvo. Esto no tiene nada que ver con no querer cosas. Sino que va de depender de una forma determinada del cumplimiento de esas cosas. Por ello, aunque crea que, si obtengo «eso de lo que soy dependiente y adicto» me salvo, secretamente soy más esclavo, más adicto, más apegado. Mi temor interno crece, porque la necesidad me posee. Si no lo obtengo, creeré que soy más desgraciado, por ello la necesidad de nuevo se verifica y crece, validando mi dependencia y mi adicción.

La libertad de la necesidad es siempre una liberación, al recuperar la fuente de mi experiencia y ser soberano de mi propia decisión coherente. Se trata de ser honesto y reclamar la fuente de mi poder, reconocer la base del poder. Ésta no es la satisfacción de la necesidad, sino comprender que la deseo por motivos equivocados y no es la fuente de lo que pretendo conseguir, sino la propagación de una herida latente que he de sanar.

Cuarto y finalmente, tras estas nociones básicas y metáforas para ponernos en situación vamos a explorar esta extensión de nuestro mundo interno. Lo haremos para llevarnos a comprender que la persona, el evento o la cosa amada, visto lo visto, no es la necesidad en sí, sino la excusa para extender nuestro mundo interno y nuestra fuente. Es decir, lo que vemos en esa cosa, ese trabajo, esa persona, ese amigo, esa mascota, no es la fuente de nuestra sinfonía, de nuestro amor, de nuestra sensación.

La sinfonía se incrementa y se expande en el compartir. La sinfonía se armoniza y crece cuando está en presencia del reflejo en el amigo, la mascota, la pareja, el evento, pero no es la fuente ni el origen de la música. En realidad el mundo exterior, no es más que un encuentro con nuestras propias cualidades y un aprendizaje de autoamor o autopermiso de amar, pues ese amor parte de nuestro universo interno.

El amor no es una emoción, sino la máxima verdad de creación.

Por tanto, y ya entrando en materia, partimos de que nuestra naturaleza es el amor, así pues somos la manifestación de una esencia amorosa. El amor no es una emoción, sino la máxima verdad de creación. Somos por naturaleza seres amorosos, más allá de opciones transitorias e ideas de lo que creemos ser o con lo que nos identificamos. No somos egos aislados, falsas identidades o automatismos. Somos expresiones creativas y creadoras, somos amor.

La esencia inocente y subyacente a nuestro  Ser es inmutable, silenciosa, colmada de poder y potencial y, por consiguiente es invulnerable. Si lo que somos es invulnerable de modo esencial, es lógico pensar que todo aquello que cambia de forma puede ser una expresión útil y gráfica de un momento, una postura, pero no la esencia. Por ejemplo, en una fotografía, el reflejo instantáneo de un instante no es la esencia, sino un reflejo de un momento y una postura.

Por ello, todo lo que cambia, la forma, los pensamientos, las emociones, el cuerpo, no es la esencia final de lo real ni lo esencial, aunque sí nos plasma, modeliza y representa una expresión o postura, una faceta determinada de lo real. Reconocer esto nos libera, nos permite expandirnos en el Universo que veos. Nos permite expresarnos con plasticidad en la experiencia y deja a la esencia reinventarse en forma y movimiento sin quedarse esclava de algo o alguien.

Por ejemplo: si tus ideas,  profesión, cualidades de cuando tenías 3 años, decisiones, genética, emociones, tu pasado, tus pensamientos y tu historia personal no te determina, puedes aprender de ella y de dichas representaciones para avanzar e ir más allá de ella en esa reinvención y descubrimiento constante. Sin embargo si esa foto del pasado o antigua versión es determinante, quedarás sujeto a un anclaje infinito de comparación, esfuerzo, ansiedad e inmovilidad perpetua. ¿Comprendes?

Permítete ir un paso más allá hasta ver cómo tu mundo interno se manifiesta en todo lo que ves. Esa manifestación puede extender tu plenitud inherente o proyectar las heridas arraigadas. La expansión fructifica y se expande cuando te permites Ser, más allá de las memorias. Se trata de atravesar los miedos y de le imprimir en el mundo que ves una mirada esencial y plena.

¿Cómo saber el tipo de mirada que proyectas e imprimes? Muy sencillo, observando el universo que ves. La proyección se manifiesta constantemente. se hace evidente en la proyección de tus miedos o la expansión de esa paz, luz y plenitud en todo el universo que observas.  Ocurre porque allí donde pones tú mirada y tu atención, depositas tu energía.

El hecho de reconocer lo que ves y lo que sientes sobre lo que ves, es reconocer si expandes la visión y esencia que te guía o, si proyectas los apegos,  heridas y miedos que te ciegan y manipulan. observa qué sientes ante lo que ves. ¿Alivio o congoja? Si la mirada real es la de tu esencia es amorosa ¿Cómo no ibas a reconocer el amor?

Indagando en el fotograma para comprender ¿Proyecto miedo o expando Amor?

Observa el truco de la proyección. Recuerda que no cambiamos las cosas en lo que vemos, por medio de nuestro cambio de acciones o conductas. Ocurre a la inversa, vemos y transformamos la mentalidad y, los cambios a nivel sistémico vienen solos. Reconocer el origen del evento, es observar la pauta mental que crea una experiencia determinada en mi vida.

El testigo silencioso, como observador creativo y consciente, se desapega del evento para discernir el origen, más allá de actuar al respecto. De este modo, tomando consciencia y dejando de involucrarnos en el juego, reconocemos la pauta mental de miedo, apego o herida que no resuena con el amor ilimitado y sin condiciones de nuestra esencia. A partir de aquí todo se recoloca por su propio pie.

Por consiguiente, trabajamos a nivel de pauta proyectada, como cuando vemos una película. La pantalla de la vida nos refleja el fotograma.

Cuando en una pared proyectamos una diapositiva plena, completa con un corazón, la expansión de la foto e imagen del corazón en la pared o la pantalla, se torna inmensa. ¿Pero qué ocurre si en el proyector ponemos un corazón roto o un agujero negro inmenso? Veremos un gigante corazón roto colmado de desaliento. Es un claro reflejo de lo que nos acontece en la vida.

Por ello, al ser todo lo que vemos «ahí fuera» una visión perceptual de nuestras propias proyecciones mentales, el mundo que vemos, las personas que atraemos o hacia las que vamos hipnotizados, las experiencias que vivimos, no son más que un reflejo de nuestros propios fotogramas y diapositivas. Al igual que el proyector en la metáfora, en la pantalla de la vida estamos reflejando aquello que validamos en nuestro interior. Lo hacemos seamos conscientes o no de ello.

 Las raíces de los programas y memorias que llevamos contenidos, las raíces de nuestro inconsciente, se nos reflejan por doquier.  Esta revelación en lo que vemos de nuestras memorias y patrones mentales es lo que los humanos llamaos Karma.

Existe la posibilidad de encontrarse con todo ese amor en todo el Universo observado y deshacerse de losas y memorias pasadas

Karma es acción y, toda acción genera una reacción que puede quedar imprimida en nuestra memoria. Esta memoria, a su vez, genera una percepción ante un evento, en base al significado e dicho evento. El Karma solo se puede soltar tomando consciencia de qué patrones mentales llevamos aquí y ahora y proyectamos aquí y ahora.

Tomar consciencia es liberación, no porque el Karma sea un premio o un castigo. Nada más lejos, sinó porque la memoria, mientras no se comprenda, te hace esclavo de tu interpretación. La comprensión del hecho y su interpretación en el ahora, te hace libre. De hecho, la vida no juzga entre aparente bien o mal, si para tu inconsciente: una acción está memorizada como positiva, esa acción tendrá resultados de esa índole, aunque en otro universo y para otra persona, tenga resultados radicalmente opuestos.

Ejemplo: si en mi familia la comunicación representa un evento honorífico, experimentaré eventos de abundancia y gozo. Si en mi inconsciente de clan, expresar y comunicar mi opinión sirvió para que alguien fuese condenado, mis memorias inconscientes me llevarán a experimentar dolor en la comunicación hasta que comprenda el origen y libere el sesgo del miedo y la herida.

Rastrear pautas significa encontrar incoherencias entre lo que siento, pienso, digo y hago. La incoherencia muchas veces se rastrea en el resultado de nuestras acciones. Si estamos siendo coherentes con nuestros valores y no obtenemos un resultado determinado, habrá que preguntarse ¿Qué memoria en mis pensamientos, emociones o mensajes profundos necesita ser sanada?

En gran parte, esa coherencia, alineación y honestidad para con lo que uno dice, siente, piensa, hace, es lo que comúnmente llamamos Amor incondicional. EL amor incondicional no está sujeto a condiciones, ergo es un amor sin juicio. De aquí emana la Verdadera apreciación, sensibilidad por el Ser o, amor propio, y autoestima, aunque va más allá.

El amor incondicional al otro, igual que a lo otro, es la excusa para encontrarnos con nuestro universo expandido y sus mensajes. Esta cita contigo mismo en relación al universo que crees ver, te da la oportunidad de soltar tu programación, creencias y juicios para amar por encima de todo dogma y condición. Amar al universo que ves es, realmente amarte.

Lo que proponemos en el encuentro ante el espejo o la relación ante la pantalla de la vida es de una profundidad completa y exquisita. Proponemos que todo lo que vemos, es un encuentro y una relación con uno mismo y su sistema mental. El amor incondicional trasmuta el miedo en belleza, la tristeza en alegría y el dolor en sanación y poder. Se trata de una relación completa, consciente, presente, en la que tiene lugar una perfecta destilación del dolor y el miedo en luz y amor incondicional.

Si conoces Raquel Díaz PND sabrás que siempre hablamos de que en todo instante estás en una cita contigo y con todo tu universo proyectado. En efecto, al hablar de lo que entiendes por «amor», como apuntábamos al principio, estás ante tu concepto. Pero puedes ir más allá y amar más allá del concepto. Normalmente has descubierto que no eras lo que creías, sino lo que descubrías al superar lo que creías Ser. En los términos y conceptos se ve claramente.

Estás ante una relación contigo mismo y ante el amor que te permites expresar a través de lo que aparentas observar. Lo que amas y rechazas, lo que juzgas, niegas y admiras, se te presenta para ser transformado del apego al amor incondicional real. Está relación de entrega incondicional, más allá de especialismos (apego, necesidad) y pactos futiles, surge como parte de permitirse Ser lo que ya eres y expandirte en plenitud. No se busca, simplemente es. Se basa en ser genuino y lo trasciende. A veces lo llamamos ser uno mismo. Yo lo llamo el des-cubriniento del Ser.

La disolución de la falsa identidad

Es una disolución de la máscara de la falsa identidad en la verdad fresca y plástica. En mi caso lo entiendo como ser plenamente uno mismo hasta disolver la personalidad de lo que creemos ser, en el descubrimiento constante de lo que realmente se Es.

El amor no es una emoción, como ya estamos poniendo de manifiesto. Va más allá de un estado concreto y siempre conlleva expansión, creación, vida, libertad y ausencia de miedo. El amor no es una emoción aunque las incluye, pues el amor incluye todo lo que Es. Por tanto también se manifiesta  en ellas como consecuencia.

El amor no es solo un pensamiento, una idea, un concepto. Más allá del pensamiento el Amor incondicional se expresa una Verdad fundamental, sin forma, colmada de certeza para aquel que se abre a reconocerlo. El amor es la esencia sustancial del Universo. Más allá de la emoción está el estado de Ser real, no alterado, silencioso. Ese testigo silencioso consciente. La parte esencial de nuestra naturaleza creativa y de la plenitud de un corazón coherente y honesto es máxima expresión de amor.

El camino del apego, aquello que pudimos confundir con el amor, buscando en el otro, nuestra esencia y la capacidad de experimentar que realmente está sostenida por la Consciencia. Buscábamos estar completos, tratando de obtener fuera lo que siempre estuvo dentro, lo que creíamos que nos faltaba

El camino del especialismo y del apego no nos deja ver al otro, sino la proyección de nuestras carencias y anhelos sobre el otro. En el artículo del «disfraz de víctima» te lo explico más exhaustivamente bajo el apelativo de «vestir el maniquí» (aquí). Se trata de la necesidad de que el otro, lo otro, o lo externo me haga feliz del modo que yo deseo que me haga feliz. Desde este miedo reflejo de programas del ego: abandono, carencia, inseguridad, deshonestidad con nuestro corazón, escaso autorrespeto e incoherencia, nos dejamos manipular por esos diálogos del ego. La consecuencia natural será ser manipulados y manipular inconscientemente.

En definitiva, hablamos de mendigar el amor del que ya somos dignos por nacer y existir o, tratar de apropiarnos de algunas de sus formas sin que se note. Estos comentarios son roles de supervivencia. Amarnos es verlos y aceptarlos con compasión, sin auto-conmiseración. No hemos de juzgarnos por ellos. Nos sirven para comprendernos y decidir si nos aferramos a ellos o si decidimos desprendernos de sus beneficios.

Cabe decir que, manipular inconscientemente, nada tiene que ver con la maldad. Esos términos de bueno o malo son siempre del ego. La manipulación consciente e inconsciente se refiere a la incoherencia con nuestro corazón. Es hacer cosas en contra de lo que sentimos en el corazón con el fin de obtener/mendigar aceptación, reconocimiento externo o lo que interpretamos como amor. Siempre consigue el efecto contrario. Esta manipulación inconsciente es a la que nos referimos.

El camino del apego es un camino basado en ilusiones externas, buscar fuera lo que lo que siempre ha estado dentro, dota de poder a nuestras acciones, cuando la experiencia es condición de la Consciencia (Testigo Silencioso)

Se inicia en la idea de sentirnos separados del mundo y no Unidos a la totalidad de la experiencia. Se nutre de la ficción de la separación y la ilusión del materialismo al negar la condición inherente del Ser y de la Fuente de nuestro Poder interno.

Aquí comienza un cóctel molotov con: nuestros programas de desmerecimiento, insuficiencia, evanescencia, desaprobación, compulsión, nuestras heridas psicológicas o los grandes traumas del ser humano como: desaprobación paterna, impulso inconsciente de muerte por la separación, lealtad a la mentira personal, herencia transgeneracional, vida in útero, patrón de pensamiento heredado o karma, creencias varias, la búsqueda de aprobación externa en pro de paliar las heridas infantiles de humillación, abandono, injusticia, rechazo,  traición y, cómo no en las antiguas relaciones como consecuencia de lo anterior, reflejadas en relaciones y patrones de desamor y carencia.

Como vemos el Camino del miedo, herida o apego, se basa en la proyección de necesidad al otro, o a lo otro en pro de obtener aquello que nos falta o, validar por medio de ello, el reconocimiento que jamás llegó. Se basa en la sensación de estar incompletos.

Veamos un ejemplo sencillo con el enamoramiento. Cuando nos enamoramos de alguien no estamos enamorándonos en realidad. Resonamos con nuestra propia información, para venir a Ser conscientes de ella, a amarla, apreciarla, reconocerla, abrazarla, transcenderla en pro de la plenitud e integridad, al interiorizar que lo que encontramos en el otro, es la cualidad, emoción, sensación, experiencia de la que creíamos carecer. Me permito experimentar en mí la experiencia y el crecimiento gracias a esta excusa en la que estoy dispuesto a aventurarme. Además me permito conectar y expandir el gozo y el júbilo si este encuentro refleja amor incondicional.

Lo que sucede es que estamos permitiendo expresar el profundo amor sobre nosotros mismos, nuestra psique, nuestro clan, del que aún no somos conscientes, en aquello que consideramos importante y relevante en el otro. Nunca estás viendo al otro, siempre estás viéndote a ti mismo.

Lo que realmente ocurre es que te enamoras de ti por medio de lo otro, te permites encontrarte contigo en el otro

 Es algo análogo a aquellas personas que suprimen el amor en sí mismas cuando se encuentran en estados de vergüenza o culpabilidad y lo proyectan en idolatría por sus reflejos inocentes, como los animales o los niños.

Lo que en realidad está pasando es que no se permiten, por culpabilidad inconsciente o desmerecimiento, asumir ese amor intrínseco a su Ser y lo traslocan a sus proyecciones, en los acontecimientos y personas. Constituyen excusas que consideran óptimas en algún nivel y aceptables, para proyectarlos y reflejarlos.

Cuando necesitamos que nos completen o decimos frases como: yo no sé quererme pero sí se amar a los demás, lo que realmente sucede es que no nos sentimos merecedores de ese amor por la culpa inconsciente y necesitamos el permiso o el reflejo de algo externo para recibirlo.

El problema es que, lo externo es también una proyección nuestra, ergo si no me amo, manifestaré ese desamor en la película de la vida unida a ese enganche por aquello que yo considero amor. Es decir, aquello que me permito expresar de mí mismo por el otro. Lo que el otro me refleja de mí y me enamora, no era en realidad lo que me enamoraba. Eras mi propio concepto de amor a través de ello lo que me permitía expandir, expresar y así mismo vislumbrar en la experiencia.

Recuerda que si algo no está en ti, en el 5% de tu consciente o en el 95% de tu campo de consciencia en el inconsciente, no puedes verlo. El foco va de dentro a afuera. Por ello, el foco no se expande de dentro afuera si se pretende que el otro sepa darnos lo que nos falta, sin saber nosotros mismos satisfacer nuestras necesidades o sin conocer qué es aquello que parece faltarnos.

 

La posesión del otro o lo otro, la búsqueda del control es no confianza en la vida y pura percepción bajo el intérprete del miedo, el conflicto y la separación (Ego)

Las personas, los sucesos, las circunstancias, las oportunidades no se buscan, vienen a ti. Mediante la rendición, nos permitimos ver cómo sincrónicamente todo lo que se necesita, llega para ser experimentado y asumido de un modo preciso y perfecto. La rendición nada tiene que ver con resignarse y asumir. La rendición no es, ni se refiere a la pérdida. En realidad no existe la pérdida en el Universo. Es solo la idea de que es posible vivir en el sufrimiento, la carencia y el dolor la que crea un mundo de dolor, carencia y resignación.

Rendirse  es dejar ir lo que no forma parte del Amor para permitir llegar. Rendirse es permitir soltar lo que te aleja del mundo que deseas. Rendirse es salir del patrón de lucha para descansar en tu poder y fortaleza interna.

La confianza de que en ti, están ya presentes las capacidades, herramientas y oportunidades que necesitas para manifestar la vida plena que mereces. Sólo tu idea de sacrificio y desmerecimiento así como los programas de esfuerzo, lucha y encontrar racionalizando las soluciones a los problemas son las que sostienen ese mundo de cansancio. Por sino sabes a qué me refiero te recomiendo leer estos artículos anteriores:

⭐Aceptación vs resignación ⭐Energía vs Esfuerzo ⭐Poder vs fuerza 

⭐Cómo superar el desamor vol.1 ⭐Cómo superar el desamor Vol.2  ⭐El maestro

Depender de ídolos externos no es amor, sino ausencia de amor

Es la proyección de la responsabilidad de hacernos felices, de la incoherencia y la falta de compromiso con nuestro corazón.  Las relaciones especiales y esos contratos psicológicos sesgados basados en la hipnosis colectiva, la ficción y la carencia o miedo, ceden nuestro poder a lo otro, a lo externo.

La hipnosis mental inconsciente, con sus drogas mentales, nos lleva a ir directos hacia los programas y creencias que resuenan con nosotros.  Desde el Amor incondicional, hablaremos de dar la bienvenida a cualquier duda o situación desde una relación, plena, basada en la abundancia, el amor real, la maestría y el aprendizaje mutuo. Recuerda que tú ya eres el amor de tu vida, la relación con tu personaje es apasionante y crucial.

Paradojas del ser humano: Quiero que me des tú eso que yo no sé darme ni sé qué es

Recapitulemos, como siempre digo, muchas veces, más a menudo de lo que creemos, no queremos decidir qué queremos para nuestras vidas por los falsos beneficios de la negatividad o el disfraz de víctima. Resulta que pretendemos que venga algo externo y decida por nosotros qué es lo que queremos. Pero no nos quedamos ahí, no.

También pretendemos que esto externo acierte. A ese alguien o algo externo se le pide que sepa mejor que nosotros qué es aquello que nosotros queremos. Además de saberlo, ha de saber dárnoslo sin pedírselo y, de la manera que nosotros esperamos. Nos parece tan lógico que, evidentemente exigimos que el resultado nos guste y satisfaga. Curioso.

Tú me tienes que dar ese algo que me hará feliz y que quiero aunque no sé que es

Tendrás que averiguar: qué es ese algo que tanto me falta y ni yo misma sé qué es. Me lo has de dar como yo espero que me lo des y cuando yo lo necesite. Como es evidente, ha de salir de ti, sin que yo te lo pida. 

Vendría a ser algo así: No se si me gusta la tortilla o los mejillones. En lugar de experimentar y decidir, te cedo el poder a ti y te exijo que sepas de antemano que me dejara más satisfecha. Tendrás que traerme aquel plato que más me guste cuando yo sienta que lo necesito. ¡Ah!, por cierto, ojo con que no me guste el plato que elijas. Ya puedes ir comprando una bola de cristal.

• No tiene ni pies ni cabeza. Y, digo yo ¿en serio estamos tan perdidos? ¿Cómo se come esto?

La incoherencia consume energía del sistema, las decisiones coherentes inyectan energía en el sistema

• Las ideas de esos apegos y heridas, van en la línea de: «No  me responsabilizo de nada de lo que yo perciba o comprenda» . 
• En lugar de: «yo me responsabilizo de todo lo que yo perciba, interprete,  sin achacarlo a lo externo. Así mismo, obviamente, no permitiré que lo externo me haga cargo de sus propias percepciones.» Es decir, «no me responsabilices de nada de lo que tú percibas o esperes de mí.

• Si se optar por la lección del apego el miedo se refuerza, el patrón de conducta disfuncional de supervivencia y separación persiste.
• Es importante tener en cuenta que «el no apego, no es desapego», incidiré en esta acepción o matiz.
• El desapego puede ser miedo también, si de entiende como desarraigo y falta de vinculación por desconfiada interna. Observa. El desapego puede incurrir en «el pasotismo» y la insensibilidad.
• Entre el desapego y el apego hay un espectro maravilloso llamado equilibrio del «no apego». No se trata de decirle al otro con rentintín, «Es tu problema» o un «si te ocurre a ti por algo será», nada más lejos. Esa frialdad y racionalización habla de ti hacia ti mismo también y de tu propia autocrítica.
• No se trata de complacencia y condonación, o llamar «pobrecito al otro«. Es sentido común, coherencia y apertura real, empática, al amor y a la comunicación. Observa, se trata de auto-respeto, sentido común y compasión real.
• Se trata de confianza, no de miedo. En caso contrario la elección de aprendizaje disfuncional contribuye a generar más miedo y a seleccionar más de dichas experiencias in creciendo. Puedes verlo más claro aquí.

⭐Podemos de elegir desaprender, soltar para saltar. Podemos desprogramar, desprendernos de esta carga y obtener la enseñanza y la herramienta que esconde la lección para pasar de curso. La herramienta que se obtiene siempre va ligada al amor, la aceptación y el auto-respeto.

Se trata de percibir correctamente, sin sesgos perceptivos. Cuando el ojo no está bloqueado el resultado es la visión.  Acceder a ese espacio sin juicio, inocente, de observación y no de análisis juicioso, de paz y silencio, es clave. Se hace posible gracias a desidentificarnos de emociones y pensamientos, mediante la liberación de la culpabilidad y el abrazo de la intensidad de esos miedos.

Es imprescindible para que un hecho no sea el detonante que desemboque a involucrarse en una espiral de más dolor y estancamiento. Hay una diferencia entre sentir lo que de siente como haremos, para liberarse, o, anclarse a la nube para regodearse. El primero nos libera de cargas, el segundo es un bucle sin fin. 

• Como digo en mi libro de cuentos:         «... Descubrió que «enamorarse» no era más que «permitir». Era un permitirse y permitir que las flores del corazón se abran en esa relación de uno mismo con lo que ve»

• Espero que visites mi trilogía de «soltar anclajes y drogas mentales, la ratita Margaret dale del ratonero y el disfraz de víctima para profundizar en este tema». Puedes hacerlo en este link.

•  Espero que estas reflexiones te hayan servido. Te dejo mi conferencia de una hora para Gooradio Mexico aquí. Gracias por tu tiempo. Te dejo herramientas para que disfrutes de poner en práctica el a flor de piel en los links en rosa y aquí.

⭐Ansiedad, honestidad y coherencia ⭐Tomar decisiones con metáforas sencillas
⭐¿Cómo se crea una creencia y un programa?⭐Superpoderes y emociones
⭐Gestión emocional vista siempre como liberación, no como control emocional.
⭐Desprogramar la emoción ⭐Diferencia entre aceptación y resignación
⭐Ejercicio de liberación emocional y síntomas biológicos⭐Cómo nos condiciona físicamente el programa de emoción
Qué es el vacío emocional y la depresión. ¿Vacío emocional o  realmente abundancia de engramas, condicionamientos, programas?
¿Raquel mi genética me condiciona?
⭐Vol 1. Intro sobre el ADN aquí  ⭐Vol 2. Hablando de epigenética y expresión aquí  ⭐ Vol 3. Neuronas espejo, ley de Hebbs y emociones
¿Qué era el ego?