🍝 Mamá Chicó 🍝

🌹Hace ya años que soy fiel a mi costumbre de inaugurar la visita a la ciudad natal con una comida especial con mis amigos más preciados en este lugar de encanto. Decorados con maestría, con el buen gusto de la madera, los suelos hidráulicos, las barras abiertas, las estructuras férreas y los espacios de terraza interna, que alegran y refrescan el emplazamiento de Picavia.
👆Otro caso a tener en cuenta es la reforma que llevaron a cabo para el espacio de El corte inglés. Con el toque de Mamá Chicó de siempre, sus jarrones, flores y madera. La delicia de un punto de venta de productitos delicatesen de bollería y panadería. Su petitte Bakery, me rechifla.
🍊En cuando a su local El Naranjo, deja boquiabierta su magnífica estructura industrial, cambiante según los acontecimientos. El cristal y el hierro en comunión con la luz que rebosa por sus cristaleras, la comida de siempre. Eso sin mencionar el naranjo que otorga el nombre del lugar.

 
🎈Si pensamos en los orígenes, Mamá Chicó, es el culmen, hoy en expansión de una tradición culinaria con 30 años en su haber. Ha pasado al parecer desde las manos de una abuela apasionada, a los de un padre que magistralmente horneaba suculentas masas, creando brillantes obritas de arte. La familia crece no sólo por Galicia (Vigo), sino llegando a abrir su próximamente un nuevo restaurante en la capital. Deseando saber más de sus próximas aperturas, me pregunto ¿para cuando un Mamá Chicó en Barcelona?
🎆Tradición de amar lo de siempre, lo de casa, con amor y maestría, que se convierten en la oportunidad de deleitarse con sus pastas caseras, sus crujientes pizzas, su bollería y panadería home made, y otras delicias como sus tostas de aguacate y  atún, sus platos de verduras al vapor, o sus hamburguesas de ternera Angus, de la mejor calidad.

 
🎈Es mi parada obligada que inaugura la llegada al hogar, a ese lugar en el que nací, y en el que parte de mí siempre permanece junto a los míos.
🍞Las tostas de aguacate regadas con una fresca 1906 son un clásico que nunca falla. El pan de las tostas no se puede obviar, y da buen homenaje a su tradición panadera. Es de una calidad sublime: crujiente por fuera, tierno, esponjoso en su interior. La capa de guacamole es gruesa, con tacto sedoso y ligero. Aderezado con una salsa y toques bellos de lechugas variadas como decoración. En las verduras al vapor, los huevos viene hervidos al punto, con ese toque deshecho que se rompe al abrir. Suculentos, en su perfecto punto de cocción para poder notar la explosión de sabor de la mezcla. Fantástico. No obstante, la carta brinda otras propuestas cuando menos apetecibles y sabrosas, como su carta y menú del día.

 
🍴Los menús son variados, cuentan con delicatessen como sopas frías de temporada y burgers vegetales, por ejemplo. Platos eminentemente estacionales, con un toque rompedor. Muy a tener en cuenta. Además, poseen incluso su propia pastelería casera tradicional. Un puntazo para todos aquellos que la han probado, aunque mucho me temo, que en este caso, sólo puedo hablar por los ojos y “ummmms” de mis acompañantes, ya que de momento no he visto en carta opción alguna para alérgicos a la proteína de leche, nada que no pase en la mayor parte de los locales de este país en realidad.
💖En todo caso fabuloso, la armonía y distensión, la experiencia, la de corazón y el producto de calidad, hacen de éste uno de mis lugares predilectos para pasar momentos especiales e inolvidables.