🌾¿Aceptación o resignación?🌾

⭐¿Aceptación o resignación, poder o pasividad? Habitualmente se tiende a pensar que «la aceptación de las cosas», nos permite experimentar incrementos en los niveles de alivio o, incluso paz mental en nuestras vidas, al dejar de pelear con una situación y, poder traspasar las emociones que emanan de sentirnos «víctimas de lo que ocurre». El asunto es que, este prisma nos puede hacer caer en un nuevo conflicto ¿Qué pasa si no soy capaz de «aceptarlo»? Si esto pasa, entonces estoy sujeto a otro factor de estrés superior: el hecho de afrontar que, no solo me está pasando algo en este momento (sensación de ataque a la identidad), sino que, en el caso de no sobreponerme (tiempo, espacio) lo antes posible, pasaré a tener un problema mayor que es el de «no estar en paz conmigo mismo» (lo que creo que soy bajo un punto de vista o, nivel de identidad. En esta nueva aventura exploraremos con curiosidad todos estos factores y si verdadera causa, abarcando distintos prismas. En la parte inferior, apartado B, se encuentra en un modo muy coloquial, en la parte A, nos aventuramos de otro modo. Viajaremos con el objeto de ampliar nuestro prisma perceptual o nivel de conciencia y comprender que, la aceptación no es la causa de la Paz, sino que es la consecuencia natural de abordar cualquier experiencia, bajo el marco perceptual del que, solo el discernimiento, el silencio y la Paz, nos puede dotar.

¿Qué entendemos por aceptación desde este prisma?

La aceptación no es resignación, ni pasividad, sino el permiso activo para que nuestra vida se transforme profundamente. En nuestra aventura nos disponemos a dar un salto cuantioso, de una realidad a otra ,mediante una manera de ver las cosas. Con este nuevo entendimiento, pretendemos abrir la posibilidad de darnos cuenta a que, tal vez, aceptar, no solo sea la consecuencia de entender lo que ocurre desde un estadio de Paz. Sino que, desencadene el permiso activo de renacer, de modo espontáneo, en una nueva realidad, gracias a esta nueva óptica o manera de abordar la realidad. Como veremos, ese renacimiento tiene lugar de modo automático o espontáneo y, a su vez es trascendental.

La Trascendencia implica que algo ha cambiado la condición de las cosas al haber ha recontextualizado la visión de las mismas de modo radical. Cuando integramos la información de la vivencia, aceptamos al haber extraído el mensaje clarificador/impulsor que, nos muestra el acontecimiento vivido, que transforma por completo nuestra manera de ver y abordar lo que vemos. Pasamos de inmediato del sujeto que recibe el problema (Víctima de lo que acontece en lo externo), al arquitecto que observa la causa y por consiguiente puede hacer algo al respecto, obra a su imagen y semejanza con discernimiento (maestro que integra y auna la información).

Hoy vamos a viajar más allá de una posición pasiva de víctima a, la maestría activa del maestro que se hace cargo y toma consciencia de su vida. Si quieres un paso a paso para abordar un momento intenso y, más  metáforas accede a este otro artículo aquí. En nuestra aventura de hoy viajaremos juntos, como siempre, del mundo de las formas al mundo de las causas. Lo haremos para trascender lo que creíamos ser y asumir nuestra Naturaleza auténtica. Comienza de un modo profundo y trascendental, al centrarse en el mundo de las causas y, acaba tornándose coloquial y anecdótico, al utilizar ejemplos para proporcionar evidencias a otros prismas perceptuales, reflejando el mundo de los efectos. Se realiza así para permitir tanto la apertura mental que dota de un marco mayor de comprensión, como la aclaración simple.

A. Aceptación y Trascendencia

1. Aceptación: Se trata de darse cuenta, se trata de permitir

Veremos que, en sí, Aceptar es darse cuenta del mensaje que desentraña lo que acontece. Darse cuenta es permitir que ese mensaje nos refleje el origen de lo que parecía ocurrir. El origen siempre apunta a la perspectiva o identidad, mentalidad desde la que se impulsa la acción y, en eso nos vamos a centrar en esta aventura.

Aceptar va de la mano con desvelar el origen. gracias a la enseñanza o revelación, aprendizaje, que nos refleja. Cuando podemos integrar esta revelación, las cosas se ven  con claridad y, bajo ese nuevo punto de vista, la niebla mental se esfuma y uno sabe qué hacer y hacia dónde ir. Esa nueva opción de movimientos se ve clara ahora porque, la enseñanza adquirida ha supuesto un antes y un después en nuestro nivel de identidad. Nos ha impulsado a reconocer en nosotros una fuente de poder y de respuesta mucho mayor que la imaginada.

Esa fuente real no se ha adquirido tras el evento, dificultad, desafío o trauma, sino que se ha desentrañado y desvelado ( revelado) por medio de él. Atravesar el miedo te muestra que tu verdadera identidad es, inconmensurablemente superior, que la falsa identidad condicionada con la que te identificabas previamente. Vivir con total consciencia un evento es vivenciar y permitir que esa naturaleza real que nos compone se evidencie.

Es importante destacar que, no es el trauma el causante de la mejora, es nuestro permiso a abrir perspectivas en todo momento, sumergidos en un nuevo espacio de observación y posibilidad, el que permite en todo momento la revelación. No es necesario que siempre sea mediante desafíos. Vivir entregados o, vivir tomando consciencia o atención a lo que se nos muestra en cada instante, es abrazar, aceptar y asumir que la vida se revele por medio de nuestra cotidianidad (rendirse al Poder interno), obrando milagros y manifestando nuevas realidades.

Esa experiencia de entrega y aceptación, ocurre dejando ir la mentalidad presupuesta, el mundo condicionado del pensamiento repetitivo que crea/fabrica/manifiesta/proyecta la ilusión en tu vida del día a día temporal y homogéneo: Un universo más o menos limitado. En algunos casos ese universo se traduce en verte ante situaciones con bloqueos, lucha, pesadillas y conflictos, pero en otras, la mayoría de las veces, se traduce en lo que «crees ser» y en una «existencia automatizada, plana» que no vive la vida como un milagro constante o, que no se maravilla ante lo que ve. éste nivel de percepción o estadio se suele interpretar como el paradigma de «la vida es lo que hay«, la resignación, la apatía, la existencia plana, el esfuerzo, la supervivencia cotidiana, los sueños olvidados, la desesperanza…

2. Podemos vivir como si todo fuese un milagro, o como si nada lo fuese

Al dejar ir la antigua mentalidad, todo nuestro mundo se transforma automáticamente. Si dejo de taparte los ojos, automáticamente ves. Entender eso es clave, eliminará la pregunta de «qué tengo que hacer para». Si uno se pregunta esto es simplemente porque sigue teniendo los ojos cerrados, y no hay nada de malo en ello. Lo importante no es tenerlos cerrados, lo importante es saberlo. Saber que, si no sabemos qué hacer es porque no hemos ido a la causa (prisma de visión) y estamos mirando al efecto (ojos tapados) y que solo con ese reconocimiento todo ya va a cambiar por sí mismo,  nos permite acceder a un espacio de alivio y serenidad. Cultivar la presencia en este espacio hará el resto. No-tienes-que-hacer-nada la venda de los ojos caerá cuando, baje la resistencia y el ego se despiste, es decir, quites la atención y el nivel de importancia.

3. Aceptar es transformar y, acontece en el Presente

Esta transformación es una revelación constante, fresca y nueva, no un elemento o evento aislado. Brota de abrir perspectiva y permitir la afluencia de la Consciencia Presente. Sumergirse en la Consciencia Presente es una experiencia que evidencia, no una técnica estructurada. Parte de la base de reconocer y permitir que la vida se revele sin esfuerzo y sin hacer nada, con la afluencia del flujo natural de las cosas, como consecuencia de la propia existencia (sale solo, se trata de permitir, por que es tu verdadero nivel de identidad, más allá del condicionamiento). Todo se revela cuando la mente se aquieta, observa curiosa limpia de juicios. Con mis explicaciones no trato de proporcionarte datos, sino de plasmar, en la medida de lo posible, una vivencia espontánea que da como resultado la  experiencia «eureka», la iluminación de la comprensión.

Permitir la afluencia de la consciencia presente o, aceptar esa realidad, es como iluminar una habitación a oscuras y contemplar con admiración la belleza de lo que allí se encuentra, lo que se te revela. Es como contemplar una sustancia amorfa muy lejana y verla convertirse en un paisaje maravilloso, al cambiar el foco o prisma perceptual. Transformar la mentalidad, ilumina nuestras vidas dotándolas de mayor sensación de conexión, comprensión y posibilidad (los milagros).

Es dar permiso a la vida desde la sorpresa, teniendo en cuenta de que la palabra sorpresa solo puede estar sujeta a acepciones negativas por nuestras propias limitaciones de percepción y condicionamiento mental (oscuridad de la habitación). AL dejar ir la mentalidad nos liberamos de la vida que creemos y de lo que creemos que es la vida, para poder acceder a nuevos planos de experiencia que antes no estaban disponibles. Se basa en transformar el marco de visión, ya que no ves con los ojos, sino con tu interpretación mental capaz de traducir la información en bruto que recibes, en los eventos vitales que vives o, contemplar el milagro subyacente de transformación, al cuestionar y ampliar el marco de visión.

4. La aceptación es ir más allá del miedo, abrazando lo que ves

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Aceptar es un estado de tomar Consciencia Presente. Va mucho más allá del miedo y nace de contemplar lo que es desde tu Verdadera Identidad, en ese espacio de silencio y quietud. Aceptar no se puede dar desde una falsa identidad, ego,  ya que desconocer la fuente de la Verdadera Identidad, nos ciñe al conflicto, la impotencia, la frustración y el victimismo.

Ahora, juntos, viajamos a través de un universo a atender a lo que ocurre, tomar consciencia de las causas, dejando ir la atención del mundo de los efectos (angustiarte inmóvil ante lo que pasa en tu vida). Trataré de ser simple, recuerda dejar ir la atención de todo significado o interpretación que te entorpezca, ofusque o, quite la atención al mensaje que intento recordarte en todo momento: tú, en tanto que verdadera identidad, eres  fuente de Poder y Milagro.

5. Aceptación es Poder, resignación es pérdida de poder, pelearse por la fuerza 

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La resignación y la pasividad nos conectan con un estado de victimismo y le otorgan a lo externo (consecuencia), la idea de causa, por consiguiente, crean una ilusión donde la consecuencia crea la causa generando efectos colaterales. Si lo externo y la consecuencia, fuese la causa, tendría la capacidad de hacernos estar en paz, de hacernos felices y sería el origen de nuestras vidas.

La ilusión suele ser más compleja de lo que habitualmente pensamos. Por ello, te invito a pensar en ti, en cuanto a personaje al que le pasan cosas, como parte de la ilusión. Aunar esa imagen de observador de vida y de lo observado. Ambas ficciones son fruto de un nivel perceptual o mentalidad. Es decir, tu idea falsa de quién eres, también forma parte de ese foco externo y es fruto de un determinado nivel de comprensión, por consiguiente, en Crealidades se engloba en «falsa identidad».

6. Simplificando las palabras para comprender la aceptación y la resignación

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La aceptación es un estado de poder interno que nace de la atención a la Verdadera Identidad. Es imprescindible para trascender lo que vemos y, ver manifestado el milagro, la esencia natural de las cosas, una vida Plena y Gozosa. Aceptar es ver sin añadidura el aparente camino, integrando la información pertinente de lo que veo proyectado y, el aprendizaje que comporta (la añadidura perceptual que me muestra).

Este rollo de frases se resumen en: todo sucede espontáneamente porque forma parte del funcionamiento natural de equilibrio. Como las nubes, que por su condición natural descargan el agua o, como respiras. Ahora que ya lo sabes puedes relajarte. A más te relajes, comprendas y, confíes en ello/en tu naturaleza, más comprenderás lo que es rendirte a tu Poder interno, a tu verdadera identidad/naturaleza de las cosas. A mayor sea el dominio de elección y tu rendición al Poder interno o, Verdadera Identidad, más permitirás que todo suceda por medio de ti. Este movimiento hará que tu «vida» y todo en ella, vuelva al equilibrio, de «modo» más automático y, con menor daño colateral.

7. ¿La aceptación de dónde surge?

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⭐La aceptación emana de un estado de paz interna, en el que es posible la comprensión, la introspección, y, en el que «uno», al no verse víctima de lo que ve, sino origen de todo lo que fluye en su vida, se encuentra en un estado de total abundancia. Si bien, la paz en nuestras vidas parece emanar como consecuencia de la aceptación, conllevando a un estado de alivio y ligereza, este es un error perceptual que, en algunos prismas, perpetúa la lucha y el sesgo, porque, a veces, nos lleva a pensar «no puedo estar en paz porque no lo acepto, sería resignarme». 

En realidad, el movimiento es a la inversa. La aceptación proveniente de la Paz, porque es la Paz la que dota de comprensión y significado real a la palabra Aceptación. La aceptación nace de vislumbrar y contemplar cualquier idea, evento o acontecimiento y escenario, en un estadio de apertura, percepción/interpretación y conocimiento o conciencia mayor, esto es, contemplar cualquier idea bajo un prisma de aunamiento y Paz. Este prisma nace al comprender que lo que veo es fruto de una óptima distorsionada y, por consiguiente, aunque piense que sí, no lo entiendo. Al abandonar toda resistencia de cambiar lo que veo, toda resistencia ante lo que veo, puedo resintonizar con un nuevo nivel de significado, porque mi trabajo se centra en ver de otra manera. Una nueva manera de ver que diluya el escenario en el que ese problema existe. 

• Haremos este movimiento, bajando el nivel del léxico de un modo más simple. Recontextualízalo siempre del origen (prisma mental/mentalidad) a la consecuencia (efectos en tu vida o sistema vital que se cae a pedazos o ya no te representa). Aunque en este artículo seremos más simples, en los artículos: Energía y esfuerzo o en stop mental, viajamos en la experiencia puntualizando más.

8. Aceptación y resignación emanan de fuentes opuestas: Amor o miedo

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La aceptación, no es lo mismo que resignación porque, los estados origen de ambos conceptos son prismas opuestos. Son conceptos generados por primas de comprensión radicalmente opuestos, nacen de fuentes de realidad distintas. La aceptación es consecuencia de ir a mirar en la causa (amor, comprensión de la verdadera identidad). La resignación se centra con el mundo de lucha y conflicto en el universo de los efectos, de las  consecuencias.

La aceptación, a nivel simple, se conecta con poder enfocarnos en aquello, a nivel informativo, que nos ofrece/muestra/enseña este instante. No es algo analítico, es algo que se abre por medio de lo que ocurre, un ver más allá, un darse cuenta.  En los textos te describo movimientos espontáneas de manera verbalmente estructurada, pero es importante que sepas que no lo haces tu por medio de una acción, es algo que ocurre por sí mismo, por medio de ti, tú eres testigo el movimiento.

9. Tomar consciencia/darse cuenta 

Darse cuenta implica ir más allá de lo que se ve, no mirar con credulidad sino con curiosidad.  Ser capaz de ver las herramientas de las que disponemos al abrazar nuevos puntos de vista, no al tratar de buscar la herramienta desde el prisma que no funciona. Prestar atención y observar el lugar en el que estamos, para comprender de qué nos informar. Al comprender podemos obrar al respecto, asumiendo nuestra capacidad de respuesta, responsabilidad vital. Al contrario que la resignación, la aceptación no comporta conflicto, ni angustia, ya que no se ve anclada o definida por lo que ve (consecuencias). Al saber que el origen y la causa del evento está en el nivel perceptual, no tiene que pelearse con los efectos sino, corregir/deshacer el entuerto, abrir el punto de vista.

B. Simplificando el mensaje

¿Aceptación o pasividad? La aceptación busca soluciones y toma acciones pertinentes.

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⭐En el estado de aceptación podemos integrar la información de lo que sucede, ampliando nuestro punto de vista. Incluyo lo que no veía en mi campo de visión. Lo que no veía es lo que esta situación me está mostrando sobre las ideas y creencias que sostenía. Al poder ver sin añadidura y darnos cuenta, cosa que solo puede tener lugar si contemplamos la realidad desde un espacio silencioso (paz mental), podemos extraer la lección para trascender aquello que parece suceder. Lo que sucede no es más que la proyección de nuestro sistema de condicionamiento mental inconsciente. No se presenta para fastidiarnos, se presenta para hacernos tomar consciencia del lugar al que nos dirigimos.

⭐Aceptar sería algo así como ir en tu coche a 100 por hora sin darte cuenta hacia dónde. De pronto te das cuenta de que estás perdido. No te resignas a estar perdido. Simplemente aceptas que estás perdido en este instante, punto. Una vez que tomas consciencia de que estás pedido, decides parar el coche tras bajar la velocidad. Obviar las señales e ir rápido hacia ninguna parte no va a hacer que consigas llegar antes al lugar que quieres.

Aceptas que estás perdido e integras la información que recibes de la situación: GPS, mapas, señales de tráfico… aquello que ves en el exterior

⭐En el ejemplo queda claro que el exterior no determina tu estado. Lo que veo en las señales no es la causa de estar perdido, sólo me lo comunica. Las señales del exterior nos proveen de la información necesaria para poder redirigir nuestro camino, tras valorar la situación, integrarla y trascenderla. Es decir volver a ponerse en marcha. Cuándo estás en esta tesitura como es natural, discutir con el mapa las señales de tráfico el GPS no va a servir para nada. Es más, crea más problemas. Por una parte te hará sentir peor y nublar tu juicio, por otra parte te retrasa más.

Entonces ¿Qué hacemos los seres humanos peleándonos con lo externo en lugar de tomar la información y aplicarla en soluciones coherentes? ¿Aceptación o pasividad?

⭐En el ejemplo la resignación sería seguir a toda pastilla perdido por la autopista hasta llegar al precipicio, o parar y quedarse sentado en un hueco esperando a que las cosas cambien sin tomar decisiones. Este estado de lucha, carencia, resistencia, conflicto, no aprendizaje nos lleva a no ver las oportunidades. También nos conduce a obviar nuestras capacidades, experimentar crisis o, en caso de recibir ayuda externa, no saber verla, o, ser capaces de aceptarla por la confusión, incoherencia e inmovilidad.

La incoherencia, la confusión, la incapacidad de alinear lo que siento digo, pienso, hago, es un estado hipnótico en el que nuestras capacidades están en un bloqueo sistemático

⭐ Es bastante frecuente que las personas que viven en incoherencia no acepten ningún tipo de decisión externa o interna que pueda mejorar sus vidas. Ese es el motivo por el que no aceptan, tampoco, las afirmaciones positivas en este estadio, y con razón. Este hecho es lógico.  Al no haber integrado esa información no son incapaces de liberar la mente y ver más allá de sus límites.

⭐¿Por qué? Como veíamos en Vacío emocional, sus memorias emocionales  acumuladas en el cuerpo (mente inconsciente) están creando una realidad completamente distinta a estas afirmaciones. Recordemos que la mente inconsciente y los programas subconscientes son el 95% de lo que somos. Por ello, verse en el espejo de la vida es el modo más sencillo de ver nuestra proyección (las señales de tráfico).

¿Aceptación o pasividad? Quien no integra su información y se libera esta condenado a ir hacia ella como si de un fuerte imán se tratase. Es un sonámbulo en sus propias tinieblas

⭐En la hipnosis mental, los pensamientos y sentimientos no son asumidos, aceptados, integrados y trascendidos. Los sentimientos y pensamientos son directamente suprimidos o reprimidos. Lo que juzgo como malo y no me gusta lo mando directamente al inconsciente de donde salió. Volvemos a poner la caca bajo la alfombra. Pero eso no evitará que huela mal.

¿Aceptación o pasividad? Suprimir y reprimir no solucionan el problema, mucho menos nos hace buenos y correctos, sino que nos hace mascaras incongruentes a las que se les ve el plumero bien rápido a la larga.

⭐De los sentimientos asumidos brota el amor, la alegría y la naturaleza compasiva. Los sentimientos no asumidos vuelven en la paz mental para ser aceptados, integrados y, al fin trascendidos. Esta naturaleza brota de ser adultos emocionales y no de ser niños que dicen: yo no he sido mientras miran para otro lado,  como quien no quiere la cosa.

⭐Las emociones son memorias biológicas reales. Sustituir emociones reales por comportamientos racionalizando, contenidos y fingidos (supresión y represión) no nos hacen mejores. Esconden el problema, lo acrecientan y hacen que,  como huele mal bajo la Alfombra, venga a ver qué ocurre todo el vecindario.

⭐Como siempre digo, el zumo del limón sigue en el limón racionalizando los perfectos pasos para exprimir. La emoción se expresa así como el Zumo del limón se exprime con la manito y el exprimidor. Si realmente quieres seguir así no hay problema, es una opción válida y no juzgable.

¿Aceptación o pasividad? todo acto de amor empieza siempre por uno mismo

⭐Suelo decir a aquellas personas a las que acompaño en su proceso lo siguiente: ser honesto es siempre un camino más rápido, apacible agradable y baja el nivel de conflictos asociados. No deja de ser, aprender de corazón a ver que sientes con respecto a algo y,  obrar hacia ello dejando los miedos atrás. Ser honesto es ser responsable y vivir en armonía. Pasa por dejar de hablar del otro y centrarse en el interior con compresión. Recordemos, lo externo son las señales de tráfico que hablan de lo que yo proyecto ¿Me sirve de algo pelearme con las señales de tráfico?

¿Aceptación o pasividad? La represión de pensamientos esto sucede inconscientemente; en la supresión, sucede conscientemente

⭐La posición de víctima evita que nos pongamos a tomar decisiones y a limpiar la casa. A todos nos gustan las cosas solucionadas, pero no a todos nos gusta ponernos manos a la obra. Mirar donde hay sombra no siempre es cómodo y apetecible. Es más cómodo seguir sufriendo. El único problema que tiene la resignación es que sigue siendo sufrimiento y resistencia.

⭐Cuando un cliente, paciente o persona acompañada, cada cual que le diga como quiera, nos dice: da igual.me aguanto, lo que realmente quiere decir es: no, en mi vida no encuentro la motivación para vivir nuevas experiencias o ir a cambiar cosas que no quiero ni mirar. Lo cierto es que no le da en absoluto igual y no acepta la situación para nada.

Quien acepta que no tiene un caramelo, lo acepta y,  la  idea de carencia del caramelo desaparece de su pensamiento. Se siente agradecido por todo aquello que lo rodea, no piensa en aquello que no tiene. Quién acepta algo se transforma y comienza a sentirse pleno y no carente.

⭐La conformidad y el victimismo tiene cara dulce y angelical pero esconde una falsa empatía que no va a ayudar a nadie. La compasión es plena aceptación sin juicio, aceptamos que esa persona que tenemos delante no desee responder ante su vida. Esa persona es libre para seguir en su jaula mental. Es un hecho. No obstante, interpretar que esto es bueno o es malo es un juicio que no nos compete. De todos modos no juzgar no tiene nada que ver con instigar ese comportamiento y alentarlo.

¿Aceptación o pasividad? Alentar el sufrimiento y el victimismo es otro juicio, es juzgar a la persona como débil e invalida y no verla como alguien completo con capacidades innatas y actitudes

⭐La contrapartida de la adicción al sufrimiento es la incomodidad al subir de volumen. Como cada vez necesitamos más dosis para ser conscientes Seguimos con el Ferrari a toda pastilla por la carretera obviando señales hasta el siguiente bache o precipicio. En vacío emocional y adicciones explicaba el proceso de ser adictos a los neuroquímicos cerebrales y la necesidad de subir la dosis umbral para ser conscientes de ellos.

La persona que se niega a integrar esa información sigue hipnotizada en ese camino y sólo se siente incomoda o por subida de dosis umbral o en aquellos casos en los que gota a gota el vaso se llena del todo.

En muchas ocasiones la persona sigue tirando suprimiendo y reprimiendo intentando funcionar de la mejor manera posible

⭐Los sentimientos seleccionados para ser suprimidos o reprimidos son aquellos que la persona opina en base a sus creencias y programas sociales, personales, familiares o propios de lo que no debe de sentir. Son aquellas cosas que no están bien, no se deben de sentir o pensar, no se pueden hacer. La persona pasa a ver la vida como un mundo dual, de lucha dificultades, de cosas buenas o malas, culpas y castigos, placeres y dolores.

¿Aceptación o pasividad? La idea de que las cosas son buenas o malas no es más que una creencia generalizada. Son nuestros juicios los que le confieren poder y significados a las cosas.

⭐Cuando reprimimos un sentimiento, es porque hay tanta culpa y miedo por la sensación que ni siquiera es conscientemente sentida en absoluto. Se convierte al instante en un golpe hacia nuestras creencias de lo aceptable e inaceptable al emerger. Por tanto, el sentimiento reprimido es manejado de varias maneras para garantizar su vuelta al inconsciente.

Acumular sin gestionar y trascender es como acumular basura. Acumular basura en un basurero hace que un día explote llenando todo a su paso de suciedad, basura, toxinas, hedor y miseria.

⭐¿Quieres un ejemplo? lo acontecido con el basurero de Bens en Coruña, en 1996, es una buena analogía. Durante años la ciudad no fue capaz de gestionar el tema de los residuos de un modo sostenible. Uno de esos temas que se dejan para mañana mientras se va tirando. En el verano de 1996 explotó llenando la ciudad de porquería, asolando a todo un pueblo entero que quedó bajo los restos de los deshechos que no habían sido gestionados. Las casas quedaron enterradas, como tu vida puede quedar asolada por las emociones que juzgas y castiga. Eso es lo que las personas están haciendo.

El fin de este artículo no es decirle a nadie como vivir su vida o gestionar sus cosas. Es explicar las distintas formas de estar en el mundo. ¿Aceptación o pasividad?

⭐¿Soy uno con el mundo, visión no dual, o lucho contra el mundo y pierdo, visión dualista? .¿Soy causa en lo que sucede en mi vida o soy víctima de las señales de tráfico que me reflejan mi situación. La presión de los sentimientos suprimidos es sentida luego como irritabilidad, cambios de humor, tensión en los músculos del cuello y la espalda, dolores de cabeza, calambres, trastornos, insomnio… ¿por qué? Porque los estados de adicción a neuroquímicos de estrés, cronifican estados alterados en la persona.

¿Aceptación o pasividad? tu eliges vivir en un estado de supervivencia o un estado creativo

⭐Aunque es un tema que daría para horas, podemos brevemente resumirlo en esta idea: el sistema límbico o visceral, moviliza tanta energía para defender o atacar que poco le queda al cuerpo para cuidar su sistema inmune, digestivo, reproductor… Está visto como estados no alterados del ser, conductas proactivas, honestas, positivas (reales no fingidas) y coherentes estimulan el sistema inmune, los niveles de serotonina, interleukina, Interferón… lo que se traduce en una mejora sustancial de los niveles de bienestar del organismo.

⭐Por último quiero recordarte que hay muchos artículos en los que hablo del mecanismo de la proyección, de la programación inconsciente, la percepción y las creencias por si quieres saber más. Por mi parte, te agradezco tu tiempo y me permito acabar con un fragmento de uno de los maestros que más me han influido en lo personal: el doctor David R. Hawkins. Fue un médico, psiquiatra, terapeuta y conferenciante cuya carrera se dedicó por entero al bienestar humano real, la honestidad y el despertar de la consciencia.

Dice el Dr Hawkins que, de estos mecanismos utilizados por la mente para mantener el sentimiento  reprimido, la negación y la proyección son quizás los métodos más conocidos, ya que tienden a ir juntos y reforzarse el uno al otro. La negación deriva en emociones importantes y bloqueos para la maduración.

Es acompañado generalmente por el mecanismo de la proyección. A causa de la culpa y el miedo, reprimimos el impulso o los sentimientos, y nos negamos a su presencia en nosotros. En lugar de sentirlos, los proyectamos sobre el mundo y los que nos rodean. Experimentamos las sensaciones como si perteneciera a «ellos».