Sentir es sanar. Así de claro, por ello en este espacio hablamos de «tomar consciencia y soltar lastre», para permitirnos manifestar una vida en plenitud, en libertad y bajo la mirada de la realización.
Hoy hablamos de cargas y lastres o, mejor dicho, de tesoros que, tras abrazar su origen y, comprender su mensaje, algo que inicialmente asemeja a un desafío, nos impulsan a: amar más y a expandirnos en una vida coherente y plena. Transitar con compasión y la mirada vibrante de la paz interior esos desafíos, tiene como resultado un mayor perspectiva, un mayor nivel de acción y, por supuesto mayor poder.
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¿El sentido tan crucial de Sentir lo que sientes?
Al igual que, cuando limpias tu casa, has de barrer y sacar lo que ya no te sirve, el hecho de dejar ir es dejar llegar. Soltar lastre es, dejar ir la atención de lo viejo, para manifestar lo nuevo. Manifestar una nueva realidad es algo más simple y menos místico de lo que crees. Se trata de darte cuenta y obrar al respecto. Es decir, consiste en permitir la afluencia de un nivel de vida más coherente y alineado con tus valores fundamentales.
Como el mero hecho de tomar perspectiva y darnos cuenta, nos aporta mayor lucidez y claridad, el Poder que se asume de cada insight o, de cada toma de consciencia, es inconmensurable. Nos hace salir de una respuesta de huida o lucha a, ampliar nuestro campo de visión a una infinidad de movimientos de mayor eficacia y armonía.
Manifestar la realidad deseada corresponde a la consecuencia de una mente lúcida que conoce el poder de su observación atenta y consciente. Conlleva por consiguiente, el asumir una vida más genuina y real, que responde a quién eres realmente, no a tus antiguas limitaciones, ni a los sesgos o bloqueos de una falsa identidad (quién creías ser fruto de una minusvalorización o falta de entendimiento). Soltar lastre es el factor consecuencia que tiene lugar cuando uno se atreve y no teme a mirar en su interior. Cuando uno se acoge con amor y compasión. Por ello, Sentir acríticamente es sanar.
Sentir es sanar
Quién teme sentir o juzga esa sensación se condena a ser esclavizado por ello desde las catacumbas de su consciencia. Aquellos que desconocen su historia, aquellos que se niegan a mencionar ciertos temas del tabú de su universo y a mirarlos desde la distancia respetuosa y comprensiva, se condenan a repetir los esquemas de los que huyen.
Mi máxima al respecto, en las consultas o, incluso a la hora de acoger cualquier sensación que llame a la puerta en mi experiencia, pasa por lo siguiente:
«Bienvenida, te observo para comprenderte, no para valorarte en base a limitaciones de perspectiva»
No obstante, aquellos que juzgan los tesoros y secretos del inconsciente y niegan su información, al moralizarla, suprimirla, soterrarla, quedan atrapados en su propio bucle espacio temporal mental. Seguro que te suena del mundo del ciene, pues es lo que se refleja u ocurre en las películas de terror gótico, ciertas de fantasmas o, incluso, con los horrocrux de Harry Potter.
Dirigidos por a programación
En los vídeos de tatuaje emocional, los artículos del inconsciente o, los podcast del laberinto de las pasiones, creencias y programas, hemos hablado muchísimo de ello. De manera resumida sucede así:
Aquellos que condenan su historia y la niegan, la ocultan en una sombra ficticia que parasita su energía.
Esa información en la «sombra» les dirige hasta que alguien decida escuchar, entender y hacerse cargo. Quedan dirigidos por su propia programación, esas memorias de información. Los dirigen los archivos del pasado, que utilizan su sistema biológico para hacer necesaria su liberación.
Quien niega su información, es dirigido por ella. Sus programas lo mantienen preso y sujeto a la repetición. Aquellos que se guían por ello, llamarán a los resultado que esos esquemas ocultos generan en su vida: «destino».
Si te das cuenta, en todo momento tenemos el poder de abrir las puertas al abrazo o al rechazo, con el poder que ello implica, mediante la: visión y decisión consciente.
Este mensaje es una petición de amor, en ningún caso una alarma.
No se repite para condenar a nadie. Si te sientes sujeto a ello, quiero expresarte que se repite para otorgarte el poder de ser libre. Te hará libre reclamando el impulso del Poder que hay en ese tesoro de modo oculto, cuando dejas de juzgarlo. Hemos hablado mucho sobre el tema en: Stop mental, Cómo soltar el control mental, Resignación y el Poder de la aceptación, El regalo del presente, No mates a tu Davinci interior o Potencialidad infinita.
Se repite para que asumas tu poder de maneras profundas, reclames tu energía y te expandas de modo ilimitado a través de ello.
La repetición te permite tener una gran oportunidad a la liberación y a la comprensión. Posteriormente, al comprender con todo el sistema, con todo el cuerpo emocional, nuestra energía en el sistema cambia, porque el sistema pasa de estar bloqueado, en modo huida o lucha, en el agotamiento o desgaste, a trabajar a todos los niveles el la recuperación, la inyección de energía y en el impulso de una vida plena.
Nos liberamos con esa oportunidad en pro de trasmutar el miedo en amor, la oscuridad en luz y el dolor en belleza. Para transformar una energía de dolor en la construcción de lo nuevo. Lo sabemos, no sólo por la historia que estudiamos en la escuela, colmada de repetición y ciclos, sino también porque lo vemos en nuestros mapas mentales con regularidad y se proyecta en la historia que vivimos y nos contamos a diario.
Hoy tenemos una propuesta.
Queremos trasladar el mensaje profundo a cada una de tus células de:
《Me acepto, me abrazo, me cuido como entidad capaz de darme, y ofrecer lo mejor y mas amoroso de mi, más allá de traumas que me digan quien soy, más allá de interpretación alguna, con la libertad de ofrecer una vida plena, realizada, próspera y entregarme a ella con deleite y júbilo. Este nivel de realidad es absolutamente seguro para mi y para todos.》
Como apuntábamos, en esta cita hablamos de cargas y lastres o, de tesoros. Hablamos de tesoros porque, bajo la mirada del amor, un desafío o un problema, puede convertirse en una oportunidad colmada de entendimiento, poder y regalos, si sabemos reinterpretar, reenfocar, resignificar y estar atentos.
A veces el éxito llega cómo y cuándo menos te lo esperas. A veces no viene como crees, sino como necesitas, de un modo más especial y sorprendente si lo sabes ver. Si lo captas, entenderás que su forma es diferente para que puedas ir más allá de las apariencias. Te permitirá tomar consciencia de tu Verdadero Poder y soltar la forma prototipo que tenías pre-asumida falsamente y te limitaba. Te permite ver que no necesitas un salvavidas cuando tú eres la solución y la manifestación de tus respuestas. Te hace dejar de estar sujeto a aquello que crees que simplemente «te salva las espaldas de modo momentáneo». Te devuelve la mirada al interior: Mi sabiduría interna es la fuente de respuestas, prosperidad, claridad, abundancia y plenitud. No nada externo.
Sinceramente, eso de salir airosos de una situación por habernos librado de milagro o, la idea de «salvados por la campana» no es ni mi idea de Poder, ni mucho menos, la idea que tengo de obrar milagros en mi vida.
Sentir es recuperar el Poder interno
Por supuesto es estar sujeto a lo externo, no tiene la capacidad de comprender lo que acontece desde la percepción de que todo tiende al amor y al beneficio conjunto. Tiende a la idea de la pérdida es posible y estoy en peligro, algo que no tiene poder en absoluto. Como ves, librarse por medio de esto que quiero que pase de, aquello que me da miedo, no resuena para nada con: Soy poderoso, o, con doblegar la realidad y ser soberano de sus decisiones.
Lo que quieres, no es librarte, sino darte cuenta de que tu Poder y fortaleza. Darte cuenta que tu Poder y fortaleza disuelven cualquier miedo y te hacen libre. Eso es un encuentro silencioso con tu Realidad y tu Ser, a través e lo que ocurre. No con una respuesta externa o algo que ocurra.
Si hablamos de verdadero Poder de maniobra, hablamos de comprensión profunda de la causa. Para ello estamos refiriéndonos a verdadera Responsabilidad con respecto a nuestras experiencias.
Sentir acríticamente es asumir responsabilidad
La responsabilidad no es un nuevo parámetro de culpabilidad concordante con una identidad mísera a la que nos vemos sujetos. La responsabilidad se basa en nuestra grandeza, la grandeza de nuestra esencia y nuestro potencial transformador, amoroso y pleno.
Sentir de manera plena y acrítica nos lleva a bajar la energía al cuerpo y a transmutarla, recanalizarla, procesarla. Sentir es responsabilidad. La responsabilidad nos lleva a poder obrar al respecto, al darnos cuenta. Es una Comprensión que va del efecto a la disolución de las causas. Va más allá de los efectos de nuestras presunciones psicológicas, abraza las causas que tienen lugar en el nivel o modo de entendimiento.
Al abrazar lo que ocurre es: permitirte mirarte a través de ello y descubrir quién eres. Es mirarte en un espejo de Poder.
El poder es tuyo y lo que parece ocurrir es el espejo donde reclamas tu Poder y te das cuenta. Por eso, el hecho de abrazar lo que te está pasando, es un factor diferencial. Conlleva una aventura y un desafío que te hace comprender tus poderes escondidos y reclamarlos.
Te reconoces y encarnas más en lo que eres, en una nueva visión de ti más correspondiente con la Verdad.
Sentir es un desafío que conlleva tesoros
Al, abrazar lo que ocurre, como desafío, comprendemos que, lo que nos está pasando o, lo que ocurre, no es la causa de nuestros problemas. Lo que ocurre es un efecto. Es el efecto de una causa. Dicha causa se encuentra en la información interna, en nuestra limitación o nivel de mentalidad.
Lo que ocurre no es causa, es efecto. Es el efecto de una causa que se encuentra en esas grabaciones y memorias soterradas y silenciosas que actúan de maneras recurrentes. Esas de las que hablábamos antes.
Esas memorias son ejes causales que se encuentran ese nivel de perspectiva, identidad o entendimiento erróneo/ilusorio/irreal (nivel de mentalidad). Por consiguiente, el hecho de darse cuenta de que algo no es real, por contraste y entendimiento, nos lleva a su disolución.
Al disolver ese nivel de entendimiento origen de los resultados que tenemos en nuestra vida, la realidad nos impulsa y sostiene de modos mayores. Como vemos, esto nos lleva a entender que abrazar el origen, sintiendo y comprendiendo, más allá de analizar, juzgar y ver desde nuestras creencias o desde la mentalidad que generó el mal entendido, nos impulsan a amar más y a expandirnos en una vida coherente y plena.
Más allá de condicionamientos y condiciones, podemos florecer ahí mismo donde nos encontramos. Florecemos cuando amamos y honramos nuestra pegada, nuestro lugar y nuestras raíces. Y, hablando de Raíces ¿Qué con las cargas familiares que llevamos?
EL Poder de la aceptación
Seremos mucho más claros: la responsabilidad es Poder y pasa por aceptar. Aceptar: Es comprender nuestro poder creador. Aceptar es darse cuenta y asumir nuestra magia causal y creativa. Asumirnos como arquitecto de nuestra vida, además de sus actores, lectores, observadores…
No importa cuantas veces hayas creado sintiéndote esclavo desprovisto de tu poder por desconocimiento, desde memorias inconscientes. Aceptar es comprender y permitirte dejar de resistirse a reclamar ese poder profundo, admitir que somos parte de un sistema amoroso de información valiosa y obrar en consecuencia.
Aceptar es dejar de luchar contra los efectos e ir a las causas.
Sentir y aceptar ese sentimiento es dar voz y permitir a nuestra naturaleza e inteligencia interna, crear la vida plena, sabia, realizada que, es nuestra por derecho de nacimiento. Estamos hablando de: comprender, observar, comunicar, pero en definitiva y como eje fundamental: darse cuenta/tomar consciencia.
Las censuras, juicios y secretos, se vuelven patogénicos en el transgeneracional y su caricia sin juicio, un tesoro para el que se abre a ver más allá
Acariciar es permitir reconocer. Es decir, es dar lugar en nuestro corazón y tener presente dejando un espacio de reconocimiento para nuestros ancestros, con aceptación y respeto.
No se necesita evaluación y juicio moral al respecto. Cada cual hizo lo que pudo con su entendimiento y nivel de perspectiva y, desde fuera, tu nuevo nivel de perspectiva, te ha permitido obtener esa experiencia poderosa con sus lecturas y aprendizajes. Lo que dolió te expresar más brillo y belleza porque , en el sentido donde el dolor se remansa, te encontraste con un Tú que era mucho mayor de lo que creías. El dolor no te hizo más empático, más comprensivo, más sensible. Tu nueva visión al respecto de la circunstancia reveló, a través de ese desafío, una verdad sobre ti mucho más poderosa y profunda.
Tesoros y desafíos de tu permiso a no temer sentir
Tu permito y tu decisión de amar y, con ello de darle la bienvenida a sentir sin temor es un tesoro en tu vida. Gracias al poder de tu decisión y el permiso a sentir, descubres una mirada más profunda y mayor claridad y entendimiento.
A través de ello, puedes comprender, sin tener que vivir en tus carnes, algo más profundo. Esa experiencia tiene mensajes y recursos para ti. Puedes haber adquirido nuevas habilidades de respuesta al tener esa experiencia en tu haber.
Puede que, por ejemplo, seas capaz de sentir al otro y tener mayor capacidad de empatizar, tener mayor información sobre las consecuencias en ti o en el mundo, cuidar más a través de la mirada de la curiosidad y, el Poder de a experiencia y la comprensión, no de la mimetización con el trauma.
Sentir es sanar porque permitir sentir acríticamente y dejar ir el juicio, permitiendo trasmutar la energía es liberar. Al liberar honras y asumes el recurso y el tesoro que el desafío desentraña, así como la energía liberada de la lucha contra esa sombra ficticia y parásita, en una disociación interna.
Sentir es honrar. El honrar, es decir zanjar. Cuando zanjamos no luchamos, no condenamos ni nos tememos. Zanjar no es no pedir más de lo mismo. Honrar es estar en paz con ellos y nosotros, pudiendo seguir adelante siendo nosotros mismos sin ser eternos esclavos de lo que ocurrió.
Comprender no significa estar de acuerdo o compartir un punto de vista. Significa entender que, bajo su prisma ese era su nivel de resultado y no ser esclavo de una información que se sostenía en las catacumbas del inconsciente, de lo desconocido.
Lo que no se conoce, najo este prisma, o, lo que se niega nos somete y nos puede llegar a dominar. Juzgar es no solo no entender, sino pedir más de lo mismo, pues la lucha interna refuerza la pauta contra la que lucha, como jugar al escondite contra tu propia sombra. Se trata de cambiar el punto de luz. En caso contrario seguirás, creando en tu objetivo más de lo mismo. Creas aquello de lo que te defiendes.
El temor es ausencia de comprensión y conciencia de amor
En muchas ocasiones creemos que tenemos miedo a lo incierto, a lo desconocido. No obstante es a una idea que hemos generado de lo que significa desconocido o incierto. Esa idea no simboliza lo que es, simboliza lo que alberga mi nivel de memoria de lo que creo que debe de ser, lo que asumo como real, sea o no.
En realidad nos resulta atemorizante aquello conocido por nuestras memorias inconscientes. Aquello que no hemos solucionado y, que guardamos en la mochila del trauma perceptual sin darnos cuenta/o dándonos cuenta parcialmente (que es saber que algo no está en coherencia pero sentirnos sin salida al respecto).
Sujetos a esta falsa identidad o nivel de asunción, lo que tendemos es a trasladar al espacio de posibilidad futuro, el agotamiento de soportar el día a día, con esas sensaciones lastre de supervivencia. Hablamos de esas memorias latentes de carencia, miedo, angustia, impotencia, alerta… y su conocida incomodidad. Sabemos de algún modo funcionar así, por mucho que nos sea insoportable. Es una falsa comodidad ilusoria, nos parece sostenible ese equilibrio inestable: ir caminando con todo ese peso. Nos hemos acostumbrado a ir proyectando desde ahí al futuro los peores escenarios y amenazas. Nada ha ocurrido pero todo ya se ha zanjado en un plano de realidad mental que nos acota a una identidad frágil, con un nivel de realidad carente, escaso y deficitario.
Ese estado se traduce en un sistema bioquímico (hormonal, inmunológico) y psicoemocional desregulad. Un estado de atención basado en la alarma o la supervivencia. Un estado de alerta hacia lo negativo creciente.
Esta tendencia tiene lugar si no se libera o hace algo al respecto. Nos lleva tanto a temer al cambio o a la incertidumbre, en lugar de verlo como un espacio de Poder ilimitado, correspondiente con nuestra Verdadera identidad. No lo percibe como un folio en blanco donde reescribir nuestra historia: una fresca y maravillosa oportunidad de liberación y edificación, un mundo nuevo. Lo percibe como un nuevo fracaso del que no podrá salir fácilmente.
En este escenario percibimos lo calmo, lo nuevo, lo incondicionado, como algo con limites, sesgos, condiciones y damos por supuesto un final derrotista.
Hemos perdido la batalla antes incluso de comenzar. El caso es que, ni siquiera existió tal batalla, era solo un juego creativo.
Desde ese estado desregularizado, todo lo apacible se percibe como algo tenso, algo contra lo que tendremos que enfrentarnos y luchar, algo de lo que defendernos, algo capaz de hacernos daño. Se trata de algo peligroso que ataca de algún modo oculto a nuestra supervivencia, nuestro valor, nuestra imagen o nuestro cuerpo, o nuestro tiempo. Uno se siente con la realidad a punto de detonar por no saber a qué atenerse y, da por sentado esperar lo peor.
Como decíamos no tememos al espacio nuevo de incertidumbre, sino al trauma que proyectamos en dicho espacio en blanco. Tememos al trauma oculto en nuestra mente y nuestro cuerpo emocional, a nuestro miedo a ese fotograma q nos hizo crack y se repite de modo silencioso en la película mental. Eso que se guarda en nuestro sistema nervioso, hormonal e inmunológico y se revive (resentir).
A nivel muy simplista y elemental cabe que tengas en cuenta que ocurre de este modo. Después de un alto impacto emocional negativo o, shock emocional, este impacto se queda en un «engrama o memoria» y graba física (en cableado neural), bioquímicamente (a nivel neuropeptídico y hormonal), además de epigenético, cambiando la expresión génica (metilación/desmetilación). Un bioshock se traduce en un estado determinado, con una huella electromagnética determinada. Todo ello muestra una desregularización y readaptación del sistema. Si no sentimos que podamos afrontar la situación o que tengamos herramientas para abordar este impacto, estas memorias en el bordado tridimensional de tu universo, convierten eventos en particularidades de carácter y regímenes de identidad. Acabamos viendo un impacto como algo determinante que se cronifica y forma parte de nuestro funcionamiento.
No es lo que nos pasó es convertirnos en víctimas de aquello que no supimos poner en perspectiva o sanear/liberar/transformar. La herida emponzoñada es aquella por la que no entra la luz. La gangrena no dice «dolió, sanó y se integró», sino «se perpetua».
La gangrena que no dice dolió, sanó y se integró, sino» se perpetua y sigue mucho más que latente». Si la persona no fue capaz de volver a un estado de calma y seguridad, de verdaderamente volver a la homeostasis, después del evento traumático y la memoria sigue activa (key in). Por consiguiente verá falsos fantasmas ante los cielos despejados y las nuevas posibilidades, presa de ese sistema de pánico, huida, lucha o indefensión. Son fantasmas que se hacen bola porque se siente segura en el trauma e insegura en la calma, lo que le lleva a buscar escenarios que vive como comunes y seguros pero acrecientan la situación
Cuando llevamos años acarreando estas mochilas este estado desregulado se convierte en nuestro estado emocional común y, como es adictivo, lo convertimos en nuestra formas de ser, de vivir, de sentir, y lo llamamos nuestras vidas. Seguimos manteniendo nuestra incapacidad de regularnos y volver a estados de calma y seguridad cuando vivimos un evento «activador» o «disparador». Ahora que de modo breve hemos abordado este aspecto.
¿Qué decides? Eres victima de lo que ocurre o, lo que ocurre es el espacio de oportunidad para reclamar tu energía y tu poder de obrar al respecto? Te recomiendo el artículo de stop mental para profundizar más al respecto en el cómo. Lo haremos juntos. Es como un acompañamiento en sí mismo.
Te invito a que reflexiones sobre ello y te concedas la oportunidad de soltar para saltar, dejar ir para dejar llegar. y te sientas libre de dejar lo que no te pertenece. Puedes y te lo mereces. Por eso hoy, si miras en el carrusel de fotos, además de encontrar un paso a paso para asentar bases y dar impulso en presente a una vida libre y plena. Con Amor Raquel.